domingo, 20 de noviembre de 2011

Imaginarios sociales, Intelectuales y Hegemonía. Un apretado análisis desde la perspectiva de Antonio Gramsci. (ii)

En el artículo anterior introducimos a la discusión el Imaginario social, esto desde la perspectiva del autor de producir programa de contenido educativo para radio y televisión en canales comerciales privados de carácter local. Esta noción cobra vigencia, para la discusión como intento de justificar, si Usted amigo lector lo permite, de comprender como desde la conceptualización de Hegemonía como la Dirección que los Intelectuales Orgánicos construyen para que un grupo controle las alianzas posibles de la sociedad, para tomar el control del Estado.

En ambos casos que plantea Gramsci de Hegemonía (Transformismo o Expansión), deseamos hacer notar el papel fundamental del Intelectual y el Imaginario Social, este último construido en la estructura ideológica dominante que la difunde como material de contenido ideológico en la escuela, la religión, los medios de comunicación, redes sociales, partidos políticos.

El material de contenido ideológico es de una variedad asombroso en la actualidad, no solo como producto recogido en textos, grafitis, formas de vestir, de agruparse, hablar, corporal, sino hasta en sus formas espirituales, la esencia metafísicas que forman la conciencia social. A este último nos referimos en tanto que contenidos en la producción de programas de televisión o radio, expresan el sentir de quienes forman imágenes para configurar de lo local imaginarios que difunden contenidos de la dominación. Contenidos que dan homogeneidad a las formas de control social íntimamente relacionados con las formas económicas y políticas de la dominación. Ahora bien, que es la dominación, en este articulo la concebimos como la conexión de influencia que ejerce los intelectuales sobre las ideas y el comportamiento del ciudadano para que sumar adhesiones al proyecto político de los grupos en el poder, fundamentalmente, político y económico.

Esta simbiosis de la político y económico, es fundamental hoy como sustento no solo de la democracia burguesa, sino de las experiencias de socialismo democrático latinoamericano.

El imaginario que se asoma en los medios de comunicación oficial, oficinas públicas o espacios públicos de los países con experiencia socialista en América Latina, evidenciar como el uso de, por ejemplo la televisión o la radio, crea y difunde imaginarios de alto contenido ideológico.

De allí que los intelectuales no sean un grupo autónomo que genera ideas del bienestar de los pueblos y demás connotaciones populistas o liberales o radicales. Es evidencia presente, que grupo que en un proceso electoral no apele al cómplice de la pobreza o inseguridad o falta alimentos o trabajo o vivienda o simplemente ofrecer el anhelado Bienestar. Claro está, salvo que, en el proceso sea el discurso de quienes ostenta el ejercicio de gobierno, en ese caso, el discurso estará adornado por el pedido a sus electores de un tiempo extra, “ya un periodo o dos o tres no es suficiente, para…”

Los intelectuales básicamente al no ser autónomos, son los formadores de cuadros políticos, culturales, deportivos, educativos, sindicales, comunales para.

a. El Partido o la alianza de partidos.

b. La alianza de grupos económicos tradicionales que luchan por mantener sus privilegios.

c. Los nuevos grupos económicos que se forjan bajo el ampara de la nueva clase hegemónica.

Este planteamiento se sustenta en los postulados de Gramsci, que sostienen que la nueva clase dominante necesita formar sus propios intelectuales; pero mientras se da ese proceso, toma para sí grupos de intelectuales que en fragor de la contienda fueron adversarios. Gramsci lo enfoca como “asimilación” de cuadros que por la experiencia es de sumo provecho para la nueva clase dirigente. Pero con ello se trae indudablemente vicios y asociaciones que se cuelan en las nuevas estructuras del poder, figuras “declarantes de oficio” vinculadas a los nuevos intelectuales que se atornillan a cargos y curules, para convertirse finalmente en burócratas del partido en funciones de gobiernos. Intelectuales, burócratas, capitalistas que en mezcolanza de “voceros de medios” conforman un entramado ideológico que llena de contenido el imaginario social.

Sabio nuestro amigo y dilecto maestro Gramsci, cuando visualiza que el Intelectual, más allá del entendimiento de un “letrado”, la dinámica de la construcción de la hegemonía, involucra o asigna ese “status” sin discriminar desde un docente universitaria has un jornalero en capacidad de organizar, influir o dirigir adhesiones al “partido”. Este aspecto es el que deseamos rescatar en tanto que en la sociedad se produce y difunde material ideológico desde todo punto de vista, generando imaginarios que conforman una óptica particular de adhesiones que forman solidaridades emocionales y automáticas de gran utilidad al momento de consolidarse en el bloque de poder. Es decir, que actúan no solo sobre la base material de la sociedad, sino que, y el tema que ocupa estas líneas y las próximas, el modo de pensar, la espiritualidad y la formas como esa espiritualidad se relaciona consigo mismo y su realidad.


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