lunes, 17 de diciembre de 2012

Foto: José M Perozo Piña. Texturas, 2012
Autor: Soc. José M Perozo Piña

La imposición cultural del imaginario dominante. ( I )

La rudeza del espíritu nacional, se configura a partir de la gestación de rasgos socioculturales que recrean las individualidades que conforman los colectivos sociales desde su núcleo fundamental hasta las que promueven el ideario nacional. 


Es importante reflexionar acerca de los imaginarios que transitan por ideas que transcienden las formas de relacionamiento social, configuradas por la noción de dominación de clase, valoradas a la luz de nociones socioculturales caracterizadas por la parcialidad de las visiones populares o elitistas; las cuales originan en el Ser Social múltiples condicionantes materiales de relaciones económicas, sociales, culturales, religiosas, en fin, relaciones que lo configuran sujeto social de imaginarios.

Estas reflexiones tienen un fin y dos caminos para lograrlo. El fin es parodiar acerca de la importancia que adquiere la Cultura Política en el desarrollo socioeconómico y político de las comunidades en América Latina, por el imperioso apego que tienen a la gobernabilidad democrática; Es nuestra razón de ser, mostrarse al mundo como demócratas, ya sea del signo liberal o izquierdistas. Por citar un caso, en una Isla Caribeña donde un señor tiene años religiéndose, tras más de cincuenta años decide dejar el gobierno y democráticamente designa a su hermano como Presidente. Ese apego cultural nos hace comprender que es bueno, puesto en la isla a la cual hacemos referencia, el colectivo social no ha madurado lo suficiente para asumir con responsabilidad el ejercicio de la democracia popular, participativa y protagónica. 

Pienso, luego le comento a usted, ¿50 años no son nada en la vida de un colectivo para madurar en la configuración de la cultura política liberadora, emancipadora y equitativa? ¿Cuánto más hay que esperar para que otro hijo de la patria, asuma el ejercicio de la Presidente? Este ejemplo se constituye para toda América Latina en un continuismo de presidentes de derecha, centro o izquierda que asumen el poder con la responsabilidad paternalista de acobijar a sus hijos más allá de la temprana adultez.

El fin último de esta próxima serie de escrito, es indagar en el imaginario social que crea colectivos asidos a la gobernabilidad democrática con dos indicadores característicos. El primero la esencial riqueza con la que cuentan los gobiernos latinoamericanos, unas más abundantes que otras y, el segundo, la dependencia del gasto social y el empleo público como control social. La probabilidad de encontrar la legitimidad democrática se afianza en esos dos indicadores de la gobernabilidad democrática latinoamericana. Sería algo como la justificación que M Weber supuso para un Poder que necesita del otro que le adversa o lo aúpa para legitimarse. 

El gasto social, que bien pueden sustentar algunas economías latinoamericanas, supone el afianzamiento de mega Estados con masa crecientes de asalariados y/o beneficiarios de la “ayuda oficial” “comprometidos” con la legitimación y relegitimación de funcionarios públicos. La obediencia del funcionario por quien desde un puesto de gobierno lo coloco en un cargo o le asigno una ayuda, es el más fiel y grotesco acto de legitimación democrática en América Latina. Sino, observe Usted apreciado lector el continuismo de nombres o familias enquistados en cargo, o las colas en entidades bancarias para recibir una ayuda o el creciente número de personas que dependen del salario público.

La sumisión aparece en el imaginario social como un slogan oficial, que de centro o derecha o izquierda reclama la entidad pública, con trabajadores y todo, como de su dominio, so pena de despido o humillación quien declare disidencia o libertad de ideales.

Esta visión constructivista del imaginario, que nos permita llegar a concluir elementos vinculantes con la cultura política de la dominación, venga de donde venga, matiza las posibles lecturas que hagamos de lo gobernabilidad en americalatina, la simbología de construir el sentido figurativo la construcción de modelos políticos aun sobre racionalidad que surge de las mayorías. Se configuran nuevas visiones históricas que siembran de novedosos códigos el escenario sociocultural del contexto nacional.

El patriotismo, el amor a la patria, se conjuga con el amor al pobre y desasistido de siempre. 
Si hay procesos de cambios profundos en realidades concretas y en áreas puntuales como en el caso venezolano; donde el Estado venezolano si ha generado mejoras sustanciales en las condiciones de vivienda, de atención a la salud o de oportunidades de financiamiento para emprendedores dispuestos a desarrollar ideas creativas desde las universidades o desde las comunidades. Los niveles de participación política en acciones socio comunitaria son notables en el caso venezolano. 

Los colectivos culturales, económicos, políticos y sociales por citar solo algunos sectores, sin duda alguna han fortalecido la presencia del ideario nacional fundado en valores socialista. Indiscutiblemente, el efecto del imaginario social como constructor del orden social en el caso venezolano es exitoso para el ejercicio de legitimar la gobernabilidad en la democracia popular venezolana.

De seguro que, el orden social es sustentado en el ideario del liderazgo personalista, propio de nuestra cultura política latina, que sustenta en la figura del líder fundamental del partido la responsabilidad de conectarlo eficientemente con el colectivo.

jueves, 22 de noviembre de 2012



De vuelta a la escritura de Ethos y Culturas, luego de un periodo de descanso reflexivo.  Agradecido de los lectores que consecuentemente nos visitan, propiciando que la responsabilidad se fortalezca con el deseo de leer y escribir de esta nuestra maravillosa mágica realidad latinoamericana.

 De soñar de lo posible, viviendo de lo creado


El imaginario social en el contexto de las tecnologías de comunicación de masas

El presente ensayo “El imaginario social en el contexto de las tecnologías de comunicación de masas” se corresponde con el sustento de la investigación militante de la experiencia sustentada en dos acciones concretas; Una primera referida a la noción de Investigación en la Cátedra, la cual se concibe como la necesaria acción de protocolizar las actividades de administración de la cátedra con la práctica de investigación propias del docente para la función Académica universitaria
La segunda referida al protocolo científico que se sigue en la producción independiente que desarrolla el autor, en el programa de Contenido Educativo Creadores, que es producido para una televisora local. Este proceso ha permitido producir un programa semanal de una hora de duración, por siete años.
Establecer la relación entre los imaginarios de representación sociocultural, con la partícula forma de gerencial el conocimiento en el contexto de las tecnologías de comunicación de masas en sociedades globales
Las sociedades del conocimiento se sustentan en representaciones globales de productos científicos y tecnológicos sin arraigo en la configuración de formas de aprender (conocer) la realidad en correspondencia con el contexto social donde se aplica el conocimiento trasmitido como innovaciones a sociedades globales.
1.    Indagar las representaciones que sustentan los contenidos difundidos
2.    Analizar el paradigma de conocimiento que soporta las representaciones difundidas
3.    Como se gerencia el conocimiento en el contexto de las tecnologías de la comunicación de masas
4.    Desarrollar el concepto de contenido socioeducativo en la Gerencia del Conocimiento para la tecnología de información y comunicación.
En las sociedades capitalistas la imaginaria social desarrolla representaciones concebidas bajo el precepto de la dominación de sociedades desarrolladas vs sociedades dependientes, en las cuales el referente simbólico de los procesos sociales individualiza al ciudadano, cercenando aptitudes como la creatividad, capacidad innovadora, intelecto
Las sociedades receptoras, vacían de contenido educativo los productos que se difunden a través de los canales nacionales y/o instituciones hasta convertirlos en contenidos únicos, homogéneos y sin capacidad de generar representaciones del contexto social global.
Se intenta fortalecer concepciones como Comunidades del Conocimiento conceptualizados como ejes dinámicos de la producción de estrategias educativas e  investigaciones en ciencias humanas y aplicadas necesarias para el desarrollo espiritual y material de los ciudadanos.
El sentido social es una aptitud cognitiva en virtud de la cual el hombre se halla abierto a su entorno y se proyecta en la capacidad de conocer los elementos y las relaciones del movimiento y del orden social.

Es la clásica condición gregaria del hombre que le lleva a reconocerse como perteneciente al conglomerado de su especie. Esta condición le permite al hombre la posibilidad de existir, ya que solo el hombre sería extremadamente vulnerable. De allí la posibilidad de la coexistencia, esa dualidad sociológica (H Spencer, E. Durkheim y V. Paretto, entre otros) que explica la posibilidad de la búsqueda del vivir por sí mismo, pero a sí mismo la necesidad de participar en el proceso colectivo de la evolución humana. De allí que el Ser Humano no percibe la vida en soledad, es por esencia colectivo.

Nos percibimos como seres colectivos, llenos de información que trasmitida van conformando núcleo social.

La percepción sería la síntesis de la actividad del sentido social. La percepción es el proceso cognitivo inicial, cargado de contenido social expresado en ideas, costumbres tradiciones pareceres que van formando la conciencia. Cómo hacer para valorar la carga empírica que contienen nuestras ideas. No se necesita ser el erudito doctor para creer o no en la mal suerte.

Percibimos la realidad dual, lo recuerdan de allí que en la percepción social ocupe lugar preponderante la percepción personal, que hace posible la comprensión del comportamiento (aceptado o rechazado) del contexto social: la completa percepción de alguien se alcanza cuando se le valora en tanto que persona.

La valoración personal supone la percepción de la dignidad moral que va unida al reconocimiento de los valores que afloran y se desarrollan en el ser personal de cada hombre.

El reconocimiento de los valores lleva consigo la percepción del otro como de uno mismo. Esta percepción, junto a la actitud de respeto subsiguiente, lleva a descubrir que los otros son el bien más grande con el que nos podemos encontrar: aquí se fundamenta la convivencia armoniosa y enriquecedora de la persona de cada uno.

El ser humano, al percibir la conexión entre su vida y la de los demás lleva como consecuencia al descubrimiento de que los hechos sociales constituyen una realidad en la que se halla comprometida la existencia. El sentido social se transforma en conciencia social.

La conciencia social añade al sentido social en la vinculación a la realidad social. Es en este momento, el de la conciencia social, donde aparece el sentimiento de responsabilidad social cuando el individuo/colectivo se hace consciente de deberes y derechos y de su participación activa en la vida de la comunidad.

Este sentimiento, que tiene como referencia una actividad posible, abre la puerta a la actitud social. Y la actitud es una disposición inmediata para la participación. Es condición todavía incipiente y preparatoria, una condición previa para una acción posterior, pero no actividad en sentido estricto. La participación es una actitud que se aprende a la luz de un sistema educativo participativo, libre al pensamiento divergente y creativo.

La actitud social tiene un carácter bipolar, porque señala una dirección a la actividad que ha de venir; actividad de acercamiento o de alejamiento, de simpatía o de antipatía, positiva o negativa. Cuando la actitud de adhesión a una persona o a un grupo, de integración a un conjunto humano o comunidad o de participación activa, es positiva favorece al conglomerado social.

La actitud social desemboca en el hábito social, que viene a ser el principio inmediato de la actividad social. Es por ello que la formación para la convivencia social tiene su objetivo final en la promoción y refuerzo de los hábitos sociales.


jueves, 23 de febrero de 2012

Democracia plena.


Autor: Soc. José M Perozo P UNERMB

Democracia plena es ...


El desarrollo del concepto de Democracia cobra contenido particular en cada especificidad latinoamericana, en cada escenario de conformación del ideario nacional que haga fuerte la convivencia en torno a un proyecto político y socioeconómico, que si bien no aglutine a la totalidad de la población, no genere confrontaciones como para debilitar la unidad nacional. No es ser simplista o ingenuo, las consignas retrogradas que contenían separaciones a muerte a lo interno del país, quedaron atrás, ante el espectacular derrumbe del muro de Berlín y todo el acoso de actores políticos confabulados contra sus naciones para gobernar en torno a las carencias de las comunidades y la apropiación prolongada del poder.

Es en ese escenario donde la pérfida democracia cobra vigencia en tanto que la naturaleza de la gobernabilidad democrática va más allá del acto electoral. Es comprender la democracia como un escenario dialectico, de confrontación y divergencia dentro de un marco cívico y de convivencia.

¿Qué gobierno, de que país es puramente Capitalista o Socialista?¿Cual debilidad de teoría y método? para la divergencia irreconciliable en los ciudadanos y escusa para que gobernantes se junten y dividan en interminables asambleas y conferencias llenas de fotos, poses, excelentes hoteles y vehículos, amigos entrañables u odios renacidos.

Nadie reniega de la Democracia, pero como cuesta ajustarse a los principios ineludibles de Equidad y Justicia. Aquí hago un paréntesis para invitar al lector a visitar el blog ideologiayculturas.blogspot.com, en tanto instancia de reflexión inicial de los contenidos expresados en este documento de estudio Estado y legitimidad. Un punto de vista hacia el eslabón de la Pérfida Democracia.

La Pérfida Democracia no es una entelequia para construir o destruir sobre sus valores e ideario nacional que debe estar por encima de modelos o teoría que si bien justifican el requebramiento del viejo y conformación del nuevo Bloque Histórico, dentro de la instauración paulatina de los nuevos valores sobre los anteriores.

Cuan cierto es esta aproximación grosera a los postulaos de Antonio Gramsci, en tanto que la instauración y derrumbamiento si bien son choques violentos, también es cierto que el ideario nacional se mantiene en tanto ciudadanos que se reconocen parte del ordenamiento cívico que debería ir más allá de las declarativas divisionistas de quienes se reconocen como pueblo.

El elemento a destruir en el Capitalismo es al capital y la ideología individualista que lo sustenta. El gran capital internacional está más allá de pueblo o clase media o pitiyanqui, es ideología que “desparrama” la conciencia y convierte al Ser en sujeto de dominación cruda e injusta.

El Socialismo como método de praxis sociocultural liberador, apuesta a la Dignidad humana, la justicia y la equidad. Así sin medias tintas o prácticas repetitivas del abuso impositivo capitalista abusador y dominante. (ideologiayculturas.logspot.com, 6/09/09) Es la antítesis del capitalismo de allí que su instauración deberá estar signada por el fortalecimiento del civismo, la convivencia y derrumbamiento de las formas capitalistas de producción. Complicado he.

Es complicado en tanto se comprenda que la convivencia democrática es definidos por aspectos históricos, socioculturales, étnicos, entre otros de carácter material y espirituales integrados por proyecto nacional en relación al civismo y gobernabilidad y democrática.

Es un aprendizaje que incluye para muchos teóricos de América Latina, entre los que se citan José Vicente Carrasquero, Carlos Iñurrategui, María Lourdes Escuder, la formación de la conciencia social desde la familia y la escuela como formadoras de un Ser Integral.

La calidad del civismo y convivencia en democracia es una condición indispensable para la formulación del ideario nacional y la constitución del concepto de Desarrollo integral y sustentable que se desee asumir en correspondencia con la equidad e igualdad a través de instituciones y mecanismos legitimados en la gobernabilidad. En este sentido, se puede medir la convivencia en democracia por el grado de respaldo y satisfacción de los ciudadanos; lo cual le otorga una alta estabilidad a sus instituciones por el apoyo que recibe de la sociedad civil.

La convivencia de la democracia es el resultado de la historia de las sociedades, de cómo han organizado y construido de sus instituciones, de cómo han plasmado las aspiraciones y fracasos del ciudadano, dentro de un concepto valorativo del orden cívico como norma constitucional integrador.


lunes, 16 de enero de 2012

Imaginario III: Renta,monoproducto y demandas primarias.



Renta, mono producto y simplicidad de las demandas sociales como sustento hipócrita de la Justicia Social en América Latina.

Autor: José Manuel Perozo Piña. UNERMB- Venezuela

En memoria del Camarada Carmelo Laborit.(1926-2004)

Este ensayo es producto de las lecturas al insigne escritor venezolano Juan Carlos Rey, quien en su articulo El futuro de la democracia en Venezuela (Colección IDEA, 1989) recrea una visión bien interesante de las perspectivas de Venezuela bajo tres variables, a saber: abundantes recursos económicos, satisfacción de demandas sociales relativamente simples y capacidad de organización y canalizar las demandas de grupos sociales. El comportamiento de las variables enunciadas en el año de 1989 por el profesor Rey nos permite visualizarla dramática continuidad del efecto renta-mono productor- demandas esencialmente para vivir que mantiene el conglomerado humano que habita el espacio geográfico de América Latina.

Tras los inicios del siglo XXI, los enunciados del pasado siglo XX, al parecer se mantienen vigentes en el escenario sociocultural e histórico de América Latina, tal como es el caso de las variables que rescatamos del texto del profesor Rey, que vincula tiempos en los cuales, y aquí entramos en materia, los diferentes gobiernos han mantenido discursos que apuntan a promover la Justicia Social, bien sea de manera explicita o implícita. Quizás debamos hacer el ejercicio de colocar registros de periódicos, o proclamas o discursos o simples promesas electorales, pero esa parte, para cada país lo dejamos gustosamente a nuestros afables lectores. Es la búsqueda de la Justicia Social, lo que mueve indefectiblemente a las masas desposeídas que pueblan la América a creer en promesas y adherirse a proyectos políticos de derecha o izquierda. Cada proceso electoral esta plagado de promesas justicieras en Estados que unos más que otros dependen exclusivamente de un producto o grupo de productos de exportación para mantener la esperanza de una vida mejor.

Pero cabe preguntarse, ¿Hacia donde se mueven las expectativas por las demandas? ¿Se han dado cambios significativos en las necesidades satisfechas? ¿Se mantienen en grandes conglomerados humanos la esperanza de alimentos, vivienda, vestido, salud y de servicios como vialidad, agua potable, aguas servidas o educación de Calidad?

Estas son interrogantes que para la realidad actual de América Latina siguen sin respuestas concretas, en países de izquierda o derecha. Que común es ver a nuestros pueblos originarios (como modernamente se les llama) en asentamientos improvisados en búsqueda de la sobrevivencia en las ciudades. Cuantos asentamientos de pobreza rodean a las principales ciudades de América, como signo inequívoco que este parte del mundo el festín de gobernantes, funcionarios públicos (complacientes y corruptos) y empresarios nacionales que históricamente han entregado el potencial humano, cultural y económico a las empresas trasnacionales. Quizás la visión sea un tanto aterradora, pero solamente la claridad y la lectura honesta del legado latinoamericano evitaran las aproximaciones parcializadas del imaginario social, de un Continente mágico y real maravillosamente descrito por insigne escritores.

La estabilidad política que se presenta en América Latina, obedece a la lectura que la intelectualidad, los grupos sociales y los actores políticos vienen desarrollando en tanto, comprometidos con el pensamiento liberal o critico, han comprendido que la etapa de los golpes militares abierto ha pasado, manteniendo a toda costa el viso democrático del ejercicio de gobierno.

El orden cívico conduce necesariamente a una convivencia efectiva como lo demuestran las casos de Venezuela, Bolivia, México o Chile donde la polarización de sectores políticos, étnicos, económicos, en menor o mayor grado, extreman las condiciones políticas que sustentan la democracia y la confianza que las comunidades tienen en la democracia como sistema de bienestar. Contrario a lo que manifiesta el profesor Rey, el liderazgo más que generar confianza, en nuestra opinión, se mantiene a fuerza del imaginario que se construye con símbolos iconográficos que se difunden por medios de comunicación oficiales y privados promoviendo criticas férreas o defendiendo las bondades de un crecimiento económico producto del potencial monoproductor de la región. Esta situación se presenta, y si concuerdo en este razonamiento con el profesor Rey, que es producto de:

a. Estado hipertrofiado, asistencialista, burocrático, monopolista, empleador/empresario y centralizado, que se sustenta en las camarillas que se rotan de cargos y puestos alrededor de la figura del Presidente y sus familiares. Estados que tradicionalmente vienen practicando la hipertrofia burocrática que ahoga los altos ingresos de la renta monorpoductora que se genera en el Mercado Internacional y que nada tiene que ver con crecimiento económico que experimenta la región.

b. Burocracia creciente y centralización y concentración de Actividades y Recursos Financieros destinados a satisfacer la creciente cantidad de compromisos sobre necesidades que tradicionalmente mantienen expectativas de “promesa electoral” sobre vivienda, alimentación, seguridad, salario, empleo, entre otras. La burocracia creciente y la cantidad de compromisos absorben gran cantidad de recursos financieros que hacen casi imposible cubrirlas. Así tenemos en Argentina 15 ministerios, en Chile 21 ministerios, en Colombia 16 ministerios, Paraguay 10 ministerios y Venezuela 27 ministerios; hay ministerios de todo y para todo pero, sin embargo, elección tras elección el tenor de las promesas y el empleo público crece desmesuradamente.

En la medida que crece la burocracia, el Estado se hace mas dependiente del empleo publico, lo que profundiza la dependencia clientelar y partidista con el Estado; circulo vicioso que desarrolla la hipertrofia del Gasto Publico, que redunda en aumento desmesurado del numero de ministerio, empresas del Estado y programas de asistencia social.

Lo hipertrofia financiera y asistencialista del Estado, le hace difícil dejar de ser observado por un lado como Benefactor Único y, por el otro, Único Responsable de las deficiencias socioeconómicas de la población. Resultados histórico de la hipertrofia del Estado en América Latina es la alternabilidad de gobiernos, el voto castigo, el presidencialismo, clientelismo y excesivo Gasto Publico.

A la par del escenario de la Sociedad Política, en la Sociedad Civil, la competencia por los recursos financieros devenidos del Gasto Publico y el financiamiento a la actividad productiva, comercial y asistencialista de sectores empresariales privados viene generando distorsión en la Balanza Comercial de América Latina. Esta es una realidad, que quizás pueda ser soslayada por la cuantía de recursos financieros que entran en nuestros países producto de la comercialización en mercados internacionales de los monoproductos de exportación.

El capital privado asociado al Estado, se ajusta mas al proceso político partidista, que a políticas económicas, financieras o de producción