jueves, 23 de febrero de 2012

Democracia plena.


Autor: Soc. José M Perozo P UNERMB

Democracia plena es ...


El desarrollo del concepto de Democracia cobra contenido particular en cada especificidad latinoamericana, en cada escenario de conformación del ideario nacional que haga fuerte la convivencia en torno a un proyecto político y socioeconómico, que si bien no aglutine a la totalidad de la población, no genere confrontaciones como para debilitar la unidad nacional. No es ser simplista o ingenuo, las consignas retrogradas que contenían separaciones a muerte a lo interno del país, quedaron atrás, ante el espectacular derrumbe del muro de Berlín y todo el acoso de actores políticos confabulados contra sus naciones para gobernar en torno a las carencias de las comunidades y la apropiación prolongada del poder.

Es en ese escenario donde la pérfida democracia cobra vigencia en tanto que la naturaleza de la gobernabilidad democrática va más allá del acto electoral. Es comprender la democracia como un escenario dialectico, de confrontación y divergencia dentro de un marco cívico y de convivencia.

¿Qué gobierno, de que país es puramente Capitalista o Socialista?¿Cual debilidad de teoría y método? para la divergencia irreconciliable en los ciudadanos y escusa para que gobernantes se junten y dividan en interminables asambleas y conferencias llenas de fotos, poses, excelentes hoteles y vehículos, amigos entrañables u odios renacidos.

Nadie reniega de la Democracia, pero como cuesta ajustarse a los principios ineludibles de Equidad y Justicia. Aquí hago un paréntesis para invitar al lector a visitar el blog ideologiayculturas.blogspot.com, en tanto instancia de reflexión inicial de los contenidos expresados en este documento de estudio Estado y legitimidad. Un punto de vista hacia el eslabón de la Pérfida Democracia.

La Pérfida Democracia no es una entelequia para construir o destruir sobre sus valores e ideario nacional que debe estar por encima de modelos o teoría que si bien justifican el requebramiento del viejo y conformación del nuevo Bloque Histórico, dentro de la instauración paulatina de los nuevos valores sobre los anteriores.

Cuan cierto es esta aproximación grosera a los postulaos de Antonio Gramsci, en tanto que la instauración y derrumbamiento si bien son choques violentos, también es cierto que el ideario nacional se mantiene en tanto ciudadanos que se reconocen parte del ordenamiento cívico que debería ir más allá de las declarativas divisionistas de quienes se reconocen como pueblo.

El elemento a destruir en el Capitalismo es al capital y la ideología individualista que lo sustenta. El gran capital internacional está más allá de pueblo o clase media o pitiyanqui, es ideología que “desparrama” la conciencia y convierte al Ser en sujeto de dominación cruda e injusta.

El Socialismo como método de praxis sociocultural liberador, apuesta a la Dignidad humana, la justicia y la equidad. Así sin medias tintas o prácticas repetitivas del abuso impositivo capitalista abusador y dominante. (ideologiayculturas.logspot.com, 6/09/09) Es la antítesis del capitalismo de allí que su instauración deberá estar signada por el fortalecimiento del civismo, la convivencia y derrumbamiento de las formas capitalistas de producción. Complicado he.

Es complicado en tanto se comprenda que la convivencia democrática es definidos por aspectos históricos, socioculturales, étnicos, entre otros de carácter material y espirituales integrados por proyecto nacional en relación al civismo y gobernabilidad y democrática.

Es un aprendizaje que incluye para muchos teóricos de América Latina, entre los que se citan José Vicente Carrasquero, Carlos Iñurrategui, María Lourdes Escuder, la formación de la conciencia social desde la familia y la escuela como formadoras de un Ser Integral.

La calidad del civismo y convivencia en democracia es una condición indispensable para la formulación del ideario nacional y la constitución del concepto de Desarrollo integral y sustentable que se desee asumir en correspondencia con la equidad e igualdad a través de instituciones y mecanismos legitimados en la gobernabilidad. En este sentido, se puede medir la convivencia en democracia por el grado de respaldo y satisfacción de los ciudadanos; lo cual le otorga una alta estabilidad a sus instituciones por el apoyo que recibe de la sociedad civil.

La convivencia de la democracia es el resultado de la historia de las sociedades, de cómo han organizado y construido de sus instituciones, de cómo han plasmado las aspiraciones y fracasos del ciudadano, dentro de un concepto valorativo del orden cívico como norma constitucional integrador.