Integración,
Cohesión y Justicia Social
Venezuela un espejismo de polarización.
(Primera parte)
A continuación se
presentan algunos datos tomados del estudio "Pérfida democracia"
(2010), para romper con la afirmación de la polarización en
Venezuela. En base a los resultados, es más una estrategia política,
para evitar el libre fluir de ideas, que el resultado del posiciones
enfrentadas en el común de los ciudadanos.
La estabilidad democrática no implica estancamiento político ni ausencia
de conflictos, ni puede ser relativizada al "voto secreto legitimador de
la democracia".
La
integración y la cohesión se logran en Estados comprometidos con la justicia
social, con la acción legítima de funcionarios éticos ante el poder
que el Estado le asigna para el ejercicio de gobierno. Pero así mismo, con
ciudadanos consciente de su rol histórico de organizar y ejecutar el
ejercicio de la política social.
Solo el respeto ético a la Constitución Nacional
valora el carácter democrático del Estado y el ciudadano.
Cuando hablamos de valores democráticos nos referimos al conjunto
axiológico que constituye la base de la acción integral de los ciudadanos, por
lo que no sólo estamos pensando en un listado de valores más o menos
estructurado, sino también en el conjunto de aprendizajes que se derivan de
ellos y, sobre todo, a la consecución de objetivos
comunes de la ¿Integración?
Cabe
preguntarse, ¿Soporta la democracia en América Latina, bien sean de
izquierda o derecha, que el ciudadano haciendo uso del principio de dignidad
humana, ejerza el voto de directa y libre del anonimato? ¿ Dígame Ud.
que democracia derechaizquierda soporta a funcionarios de gobierno
envalentonados y sin ningún prurito apestar a sus trabajadores que
quien piense diferente o vota contrario al gobierno esta
botado? Espeluznante ejemplo de democracia.
¿Soporta el Estado latinoamericano en cualquiera de sus experiencias de
gobierno, eliminar el voto secreto?
¿No se esconde, no en el "secreto del voto",
la angustia de que el ciudadano libremente pueda comentar,
reflexionar acerca de sus condiciones de vida, comparar entre si los modelos,
ver sus escasas diferencias o sus abrumadoras similitudes entre
dercehaizquierda.
Las democracias no se valora por la cantidad de elecciones que se tenga.
Se mide por la dignidad de sus ciudadanos y el apego a la equidad de la Ley de sus
funcionarios.
Son tan iguales la derechaizquierda en américalatina, que para un
empleado público es de terror imaginarse que su jefe sabe por quién voto.
El "voto secreto", anónimo, es una práctica perversa
de manipulación, polarización y control social en las
experiencias democráticas.
Sino observemos por ejemplo, que experiencia de izquierdaderecha hoy se
permite que sus ciudadanos voten libremente. Lo terrible, en ambos casos
proclaman "elecciones libre", "voto secreto",
"libertad de pensamiento", ja, pamplinas, pamplinas simples
pamplinas.
Pobre de aquel funcionario, retomando la anterior que exprese a viva voz
su opiniones.
Acciones éticas que regulan dentro del marco cívico constitucional las
formas de convivencias plenamente establecidas, que conjugan los interés
individuales con el Ideario Nacional, no como un postulado normativo de un
grupo o de parcelas, sino como la visión-objetivo del País, capaz de integrar
las distintas visiones propuestas e integradas al Ideario Cívico Nacional.
Tal como expresa la Dra. Victoria Camps, catedrática de Ética en la
Universidad Autónoma de Barcelona "no todo es negociable ni todo puede ser
objeto de discusión. Hay unos mínimos sin los cuales las palabras justicia o
igualdad carecen de sentido” Estos mínimos morales que
alude la Dra. Camps abren la posibilidad de construir la sociedad justa,
respetando que cada quien defienda y persiga ideales particulares de bienestar.
La Dra. Camps, postula que “los valores democráticos no constituyen
normas rígidas ni iconos. Son postulados que se orientan a propiciar el
entendimiento y a colaborar para que las aspiraciones personales resulten
coherentes con las decisiones colectivas. En suma, son una guía para que
logremos vivir juntos, vivir en sociedad”.
En tal sentido,
retomando el camino de Antonio Gramsci (1.977), la Política del Estado
debe ser entendida como la Ética de lo Colectivo, esto es, no puede haber
actividad del Estado democrático que no se fundamente en principios éticos
compartidos (colectivos) con capacidad interna de mantener el orden cívico y de
homogeneidad para alcanzar el bienestar colectivo que satisfaga las carencias
generales de la sociedad.
El pensar la
ética colectiva requiere de la democracia la articulación de intereses
individuales y colectivos, da paso al ejercicio de la libertad dotada de
autoconciencia y solidaridad, y promueve la participación de todos los
ciudadanos en la vida pública, sobre bases éticas congruentes con una determinada
moral pública compartida.
En este sentido, ya nadie pone en duda que la calidad de la democracia
es una condición indispensable para un desarrollo equitativo y sustentable. Una
democracia de calidad es un orden institucional estable en el cual los
ciudadanos se relacionen con libertad e igualdad a través de instituciones y
mecanismos adecuados.
Una ciudadanía comprometida con los asuntos públicos de su comunidad,
que participa proponiendo mejoras e incide en las decisiones que se adoptan,
ayuda a que los valores democráticos estén arraigados en la sociedad.
El respeto a la ética colectiva implica necesariamente una mejor calidad
de la democracia. Un esquema de democracia cotidiana, colectiva, debe ante todo
permitir y promover la participación del hombre en el mundo que lo rodea; le
corresponde al ciudadano aprovechar esta oportunidad.
Pero más allá
de la retórica teórica, nos gustaría compartir con Ud. los valores que hacen de
la democracia un estilo de vida fundado en la integración
la cohesión y la justicia social, más allá que el simple compromiso
electoral. Observemos el siguiente cuadro, acerca de si los entrevistados reconocen
el orden cívico y a la democracia.
Indicadores
|
Acuerdo
|
%
|
Desacuerdo
|
%
|
Reconoce el orden cívico
|
408
|
72%
|
160
|
28%
|
Reconocimiento
de la democracia
|
479
|
85%
|
89
|
15%
|
Total
|
443
|
79%
|
125
|
21
|
Hay una clara identificación del ciudadano
con la Democracia como valor que sustenta el ordenamiento cívico del País. El
85% de los encuestados lo opina así, lo cual determina que la Democracia es un
valor para el venezolano.
Es factible entonces hacer una imagen
aproximada de la situación de la Democracia venezolana, en tanto que el apego
cívico a la normativa Constitucional, apuntala la Convivencia en Democracia
como variable que mide el proceso político de polarización que vive el País.
Ítems
|
Acuerdo
|
%
|
Desacuerdo
|
%
|
Democracia
un valor en sí mismo
|
568
|
100%
|
0
|
0%
|
Democracia,
medio político para bienestar
|
462
|
81%
|
106
|
19%
|
Democracia
consolida la identidad nacional
|
456
|
80%
|
112
|
20%
|
Valores
del sistema democrático
|
453
|
79%
|
115
|
21%
|
Identificación
con los valores y normas
|
456
|
81%
|
112
|
19%
|
Total
|
479
|
85%
|
89
|
15%
|
Según estas cifras,
la democracia es un factor de cohesión. Pero la cohesión no está garantizada por la existencia de una sola cultura, ni
porque una se haya impuesto a las demás, sino por la coexistencia equilibrada
de varias culturas.
En la lucha por la Hegemonía, la cultura
dominante busca mantener el control por las manifestaciones simbólicas y
materiales culturales de las otras manifestaciones de lo nacional-popular,
marcándolas con los signos de valor de la dominación y sus productos de la
cultura de masas, pero sin hacer desaparecer los signos característicos de las
culturas dominadas.
En Venezuela aún se mantiene clara la intención de manejar un discurso
favorable a la Democracia en los sectores en pugna, negándose a declararse o
constituirse como favorables a otra forma de gobierno. Eso es claro, en el
mantenimiento del valor de la democracia en sí mismo como ideario nacional y
estilo de vida.