sábado, 31 de enero de 2009

Sociedad civil y sociedad politica en la noción de Bloque Histórico

Sociedad Civil

Conjunto de “organismos vulgarmente llamados privados”, correspondiéndole la función de hegemonía, que el grupo dominante ejerce en toda la sociedad. Todas aquellas instituciones que están fuera del Estado, de lo gubernamental, se consideran instituciones de la sociedad civil.
Instituciones que actúan fuera de la esfera del Estado (sociedad política), esto es, iglesia, sindicatos, partido político, industria, junta vecinal, etc. La sociedad civil la supone A. Gramsci de mayor predominio en la superestructura, ya que en ella se forma la dirección intelectual y moral de la sociedad. Esto es, el sistema de valores, ideas, que legitiman el comportamiento social y que avalan la forma de Estado: Democracia o Dictadura.

La sociedad civil puede ser, así mismo considerada como la hegemonía cultural y política (ideología) de un grupo social sobre el conjunto de la sociedad, como contenido ético del Estado. El grupo social que por si solo o través de alianzas logra instaurar el dominio-orientación política, le impone su contenido ético al Estado.

Antonio Gramsci da varias definiciones de sociedad civil, pero en todas ellas esta presente la función de hegemonía que el grupo dominante ejerce en la sociedad; siendo la hegemonía la dirección intelectual-moral que los intelectuales producen y difunden a través de los aparatos ideológicos. (L.Althuser, 1.967)

De allí que la sociedad civil se asuma como una “totalidad compleja”, cuyo campo de acción es complejo, producto de la lucha por el poder que se desarrolla en su seno. Los grupos o clases sociales rompen o forman alianzas para imponer su dirección hegemónica. Dirección hegemónica que se produce, difunde e impone:

a. Como ideología de la clase dirigente, en tanto que abarca todas las ramas de la ideología, desde el arte, ciencias, economía, derecho, etc.

b. Como concepción del mundo difundida entre todas las capas sociales a las que liga de este modo a la clase dirigente, en tanto se adapta a todos los grupos, de ahí sus diferentes grados cualitativos: filosofía, religión, sentido común, folclore.

c. Como dirección ideológica de la sociedad, se articula en tres niveles esenciales:

c.1. La ideología propiamente dicha.
c.2. La estructura ideológica: las organizaciones que crean y difunden la ideología.
c.3. El material ideológico: los instrumentos técnicos de difusión de la ideología (sistema escolar, medios de comunicación, bibliotecas)

El concepto central en la discusión de la sociedad civil y su papel de hegemonía, lo representa la ideología, entendida como la concepción del mundo de la clase dirigente, difundida en toda la sociedad formando sistemas de integración y basamento que le da homogeneidad a las manifestaciones reconocibles en la cultura, la religión, la economía, la filosofía la historia, la política.
La ideología elabora la concepción del universo, el hombre y la sociedad como expresión cultural de la clase dominante. Es el intelectual, el hombre de ideas, conociendo la historia del pensamiento, desarrolla teorías, conceptos a fin de dirigir las clases subalternas, que se afilian a la “filosofía superior” que sustenta el sentido común.

El sentido común le otorga homogeneidad al pensamiento de la dominación, pero así mismo, lo diversifica formando múltiples contradicciones entre los grupos o clases dominadas. La religión, por ejemplo, que unifica a través de la fe, presenta diversas diferencias en su seno.

El pensamiento intelectual elabora elementos ideológicos difundidos a todas las estratificaciones de la sociedad promoviendo en la sociedad civil la dominación de la clase dirigente.

Es importante destacar que los intelectuales en Gramsci, se ubican tanto en la clase dominante o dominada. El dirigente sindical representa la dirección ideológica de la elaboración de reivindicaciones que los grupos obreros presentan ante el Estado.
De tal forma que el intelectual organiza el material destinado a mantener, defender y desarrollar el sistema de ideas que articulan la dominación o la disidencia social. El intelectual orgánico produce símbolos ideológicos (valores) para sustentar la dominación, convirtiéndose en ideólogos del sistema o se constituyen en ideólogos de los grupos revolucionarios, contrarios al sistema de dominación establecido.

Sociedad política.

Función de dominio directo o de comando que se expresa en el Estado y en el gobierno. Opuesta a la sociedad civil le corresponde en la superestructura representar la esfera del dominio directo de la coerción de la ley y el ejército

Gobierno político, es decir, el aparato de coerción estatal que asegura legalmente la disciplina de grupos disidentes o no. Es a través del estado que la sociedad asegura la disciplina, aceptación de la dirección ideológica que impone las clases dominantes de la sociedad civil. Pero de igual forma garantiza que los grupos dominados acepten de forma pasiva o activa; consciente o inconscientemente la dominación.
La acción de coerción del Estado vale así mismo para los grupos disidentes que buscan romper la hegemonía.
De allí que la función primaria de la Sociedad política sea el ejercicio de la coerción jurídica y militar para la conservación, pacifica o violenta, del orden establecido por la clase hegemónica.

La sociedad política en su afán de conservar la expresión política de la dominación de la clase dominante, juega un papel secundario en la formación de la dirección intelectual y moral de la sociedad. Pero garantiza, una vez instaurado el sistema de gobierno, a través del derecho, el sistema hegemónico.

Se distingue en la formación de la sociedad política las formas de relacionarse con la sociedad civil:
La dictadura como expresión de dominio militar necesario ante el surgimiento de una nueva hegemonía que produzca el rompimiento del bloque histórico o en democracia cuando se presenta como aparato técnico-militar para garantizar la coerción dentro del estado de derecho o como aparato político-militar cuando asume la dirección política, abierta, junto a la clase dirigente.

Estas formas de expresión de la sociedad política devienen de:
a. El rompimiento de la dirección ideológica por grupos disidentes, que al entrar en contradicción con la clase dirigente, ponen en peligro la hegemonía que ella ejerce; y
b. cuando la clase dirigente pierde momentáneamente la dirección de la sociedad civil, apoyándose en la sociedad política para mantener la dominación.

En tal caso, la sociedad política se identifica por:

a. Agrupa el conjunto de las actividades de la superestructura que dan cuenta de la función de coerción.
b. Es una prolongación de la sociedad civil, cuando la clase hegemónica controla la sociedad a través del poder político.
c. La sociedad política juega un papel secundario en el sistema hegemónico.


Relación entre sociedad civil y sociedad política.

Colaboración en el seno del Estado de los órganos de las dos sociedades:
Esto es, para la sustentación del Estado como instrumento de dominación, la sociedad civil y sociedad política logran movilizar tanto el consenso y la coerción como orientadas a mantener la unidad nacional alrededor de sus actos (Medios de comunicación social, opinión pública, Asamblea), de tal forma que actúan como un solo bloque en función de la educación, la salud, el deporte, la cultura. Las instituciones mixtas, o lo privado actuando en áreas de exclusivas del gobierno, y este a su vez cumpliendo roles de competencia del ámbito privado.
El estado garantiza en todo caso los servicios que no pueden ser “asumidos” por la sociedad civil.

Distinción entre sociedad civil y sociedad política.

Son dos aspectos diferenciados de la hegemonía de la clase dominante. Son nociones fundamentales de dos instancias de la superestructura, que brindan consenso y coerción a la dominación.
Si bien hay instituciones que pueden depender simultáneamente de ambas (la educación), otras deben afianzarse en una de ellas (religión o ejercito), su distinción va a depender del desarrollo de la formación económico-social en un momento histórico determinado.

Para que la hegemonía sea sólidamente establecida, es necesario que la Sociedad Civil y la Sociedad Política estén igualmente desarrolladas y orgánicamente ligadas: de tal manera que la clase dominante puede utilizarlas alternativamente y armoniosamente para perpetuar su dominación.

Sociedad civil y la sociedad política definen el nivel estructural de la formación socio económica. Para Carlos Marx la estructura es el conjunto de fuerzas materiales de la producción; donde las clases sociales definen su posición en la dominación.
La superestructura, “reflejo del conjunto de las relaciones de producción”. Momento jurídico, político e ideológico, en el cual la clase dominante define su rol hegemónico en la sociedad.

El vinculo entre la estructura y la superestructura forma el Bloque Histórico; definido como él vinculo “orgánico” necesario para el movimiento evolutivo de la estructura y la superestructura.
Movimiento originado y “administrado” por los grupos sociales dirigentes que actúan sobre la base de dos principios: propiciar las condiciones objetivas para el desarrollo de las fuerzas productivas y crear las condiciones que garanticen la perpetuidad de la dominación.
La ideología que se produce en el seno de la clase dominante, organiza a los grupos dominados y orientar su comportamiento en conformidad con las condiciones socio económicas del desarrollo de las fuerzas productivas. La “organización” forma las condiciones perfectas para la creación de la conciencia social, el hombre adquiere conciencia de su posición o asume la ideología de la dominación.
La ideología de las clases dominantes es contraria a la acción revolucionaria y liberadora que la Conciencia que toma el trabajador al romper con las elaciones de dominación capitalista, pasando a la concepción de modelo de economía socialista fundada en la propiedad social de los medios de producción

Al ser la superestructura el motor de movimiento del bloque histórico, es allí donde las ideologías desarrollan su lucha, de la cual surge la conducción ético-política de la sociedad, necesaria para organizar los grupos sociales y dirigirlos en conformidad con las actuales o nuevas condiciones de la dominación. Apareciendo el vinculo de unión entre la estructura y la superestructura, terreno en el cual las fuerzas productivas materializan la abstracción ideológica de la dominación.

Es verdaderamente sorprendente la vigencia del pensamiento de A. Gramsci, al proponer que no solo basta la vinculación ideológica entre los grupos de la dominación para garantizar la dominación; es conveniente que la clase dirigente observe en primer lugar los fenómenos de coyuntura, que confundidos con los movimientos orgánicos, ocasionan fisuras entre las fracciones de clase.
En segundo lugar, los impulsos individuales de los lideres que conducen a “errores”; en tercer lugar que los errores no sean voluntarios, sino consecuencias de la lucha ideológica y su ordenación de los factores de la dominación y; en cuarto lugar, si el error es voluntario, consiente, generaría movimientos individuales, polémicas en la “opinión publica”, subsanables y sin mayor interferencia en el desarrollo de la dominación.

Es definitivo que la superestructura es dinámica en el bloque histórico. Dinámica que depende de las posibilidades reales de actuación de los grupos, disidentes o seguidores, sus luchas internas y la toma de conciencia, lo que permite que la dinámica pueda transformar los factores de fuerza de la dominación.

Hegemonía.

La dominación de clase no basta para la construcción de la hegemonía, esto es la dirección intelectual y moral del bloque histórico. De allí que la hegemonía sea en principio la dominación de clase, que logra imponer su “visión del mundo” al resto de las fracciones o grupos de clase dominantes.

La hegemonía permite comprender que el concepto de Estado no es completo sin entender que es la sociedad civil la que le impone el carácter de clase a esa instancia político-administrativa de la sociedad política. Es decir, que la hegemonía, conducción moral e intelectual, le imprime la base social al Estado y a las clases dirigentes. Base social formada por los obreros, campesinos, profesionales, que asumen para sí la conciencia de la ideología de la dominación.

La clase dirigente a nivel de estructura dirige consensualmente la sociedad, difundiendo su concepción del mundo, bajo el resguardo de la coerción del Estado (sociedad política).
La hegemonía no es una simple alianza política; es una fusión total de objetivos económicos, sociales, políticos entre el grupo dirigente y los otros grupos de la dominación. Alianza que se da en el plano de la ideología, difundida entre toda la sociedad, determinando los objetivos de la unidad nacional intelectual y moral de la clase hegemónica, clase que ha podido articular a su interés, los de otros grupos sociales a través de la lucha ideológica.

Para que se constituya una clase hegemónica, ésta debe renunciar a su visión corporativa para tomar en cuenta los intereses de los grupos sociales a los cuales aspira ejercer la hegemonía, desde luego, esto supone tener en cuenta los intereses y tendencias de los grupos sobre los cuales se ejercerá la hegemonía y supone asimismo un cierto equilibrio, sacrificando los grupos hegemónicos, parte de su naturaleza corporativa.

La hegemonía se alcanza por dos vías.

1. Transformismo: Absorción o neutralización gradual pero continúa (con distintos grados de eficacia) de los elementos activos que habían surgido de grupos aliados e, inclusive, de grupos de oposición (Revolución Pasiva)

2. Hegemonía expansiva o exitosa: Fundada en el consenso activo y directo, resultado de una genuina adopción de los intereses de las clases populares por parte de la clase hegemónica, que permite crear una autentica voluntad nacional- popular (folclore)

Mientras la primera suma o agrupa amplios sectores de las clases populares, el transformismo los excluye del sistema hegemónico.

En definitiva la hegemonía definida como la capacidad de una clase para articular a sus intereses los de otros grupos sociales, entonces veremos que ello puede suceder o hacerse en dos sentidos; muy distintos:

a. Articulando los intereses de los grupos en tal forma que se los neutralice evitando así el desarrollo de sus reivindicaciones específicas.
b. Articulando en tal forma que promueva su pleno desarrollo y conduzca a la solución final de las contradicciones que ellos expresa.

Sólo una clase fundamental puede llegar a ser hegemónica.


Bibliografía básica
Althusser, Louis. La revolución teórica de Marx. Siglo veintiuno editores. 1977
Portelli, Hugues, Gramsci y el bloque histórico. Siglo veintiuno editores. 1995
Poulantzas, Nicos, Estado, poder y socialismo

miércoles, 21 de enero de 2009

Ideología o la imposición de la falsa conciencia

Primera parte

Qué difícil es entrarle al tema de la Conciencia social para comprender la instauración del Socialismo como transito a la construcción del Comunismo. No hay otro camino, no hay otro sendero que seguir los planeamientos de Carlos Marx, Federico Engels, V I Lenin y Antonio Gramsci en tanto, camino de las ideas a seguir para la reelaboración de dos puntos centrales en la discusión de la extinción de las ideologías y la instauración de la Conciencia Social.

Las ideologías son sistemas de ideas que sustentan las formas de explotación del Modo de Producción Capitalista, las cuales serán extinguidas en el Modo de Producción Socialista que se fundamenta en la Conciencia Social, determina por las condiciones concretas y reales de la instauración de la Propiedad Social de los Medios de Producción.

El primer punto se refiere a fin de las ideologías. Es categórica la afirmación de Carlos Marx en tanto que la Ideología es producto de la dominación de las clases sociales propietarias de los medios de producción, las cuales se extinguirán con la revolución socialista y la liberación del trabajador del yugo capitalista.

La liberación de trabajador solo se produce cuando toma conciencia de su situación a través de la lucha revolucionaria que destruye el Estado como órgano opresor y reproductor de relaciones sociales de dominación.
Un segundo punto expresa la extinción del Estado y sus aparatos para lograr eliminar las ideologías y gestar las condiciones materiales concretas para la imposición de la Conciencia Social.
Carlos Marx planteo la ideología como reflejo invertido de la sociedad, esto es, el sujeto social de dominación del capitalismo recibía en el plano de las ideas una visión deformada de lo que realmente es su situación de clase social dominada y fuerza de trabajo asalariada.

¿Cómo opera el reflejo invertido? A través de la ideología, se crea en la imagen ficticia de condiciones sociales ideales a las cuales el trabajador podrá aspirar a lo largo de su vida. El modelo imaginario de la sociedad es una imagen invertida, falseada de la realidad, por los intelectuales, a la cual se enfrenta todos los días el trabajador.

El anhelo y la resignación son extremos de una falsa contradicción a la cual está sujeto el hombre en su vida material. El hombre aspira un modelo de vida imaginario construido en sus mentes a partir de imágenes, símbolos, valores difundidos por la educación, medios de comunicación, parlamento, sindicatos y la religión entre otros Aparatos Ideológicos de Estado Capitalista.

La ideología fomenta la aspiración o anhelo por el mundo real a lograr a través de Aparatos Ideológicos que en posesión del Estado y de las Clases Sociales dominantes, forman imágenes anheladas que absorben al trabajador y los limitan para comprender que el salario más que un vía de movilidad social es un mecanismo de la dominación.

Los parafraseando a Louis Althusser, los Aparatos del Estado, son instituciones especializadas para fomentar el consenso y la coerción para establecer el acatamiento de las normas/valores que rigen las relaciones de dominación y explotación en el Sistema Capitalista.

Los Aparatos Ideológicos del Estado son de instituciones encargados de difundir la ideología dominante a través de la escuela, la iglesia, los sindicatos, el parlamento, medios de comunicación. Estas instituciones difunden mensajes ideológicos para fomentar el consenso necesario para reproducir las normas que legitiman las relaciones sociales.

Louis Althusser tipifica los Aparatos Represivos del Estado como aquellas instituciones especializadas para garantizar a través de la coerción, el acatamiento de las normas que legitiman las relaciones sociales. Las instituciones por excelencia de represión son el ejército y las instituciones jurídicas y policiales.

Para reforzar Los planteamiento expresados, seguiremos como fuentes dos escritores, El primero es Ludovico Silva (La plusvalía ideología, 1975). Para L Silva el vocablo ideología está lleno de la equivocidad producto de lo inacabado y amplio de la definición que se propone desde el marxismo.

De allí que se necesita ser lapidario para explicarla en el contexto de la Venezuela de hoy. La ideología es el sistema de ideas que sostiene la vida material de las clases dominantes en el modo de producción capitalista. De allí que sea por definición en K Marx un reflejo invertido de la sociedad.

Concepción invertida de la sociedad que desaparece o es extinguida a través de tres momentos fundamentales:

1. Derrocamiento de modo de producción Capitalista
2. Derrocamiento de las clases dominantes capitalistas
3. Extinción del Estado

Utilizando palabas de Carlos Marx citadas por L Silva los tres momentos antes citados rompen con los “…fetiches que el modo de producción capitalista logra engendrar en nuestro psiquismo, por debajo de la conciencia; fetiches que actúan en nosotros al modo de capataces interior, y que son los mediadores de la más gigantesca explotación: la explotación de la conciencia,…” (La plusvalía Ideológica, pag. 20)

En tal sentido Carlos Marx propugnaba en la Ideología Alemana que “…los hombres son los productores de sus representaciones, de sus ideas,…” (Citado en Plusvalía Ideológica) Es en la creación del sistema de ideas y representaciones donde se produce la conversión de las condiciones reales de la vida material, es allí donde se invierte la situación a partir de sistemas de formación de la conciencia capitalista.

¿Cómo se logra? Ya Louis Althusser lo explica cuando define los aparatos ideológicos del Estado encargados de difundir y fijar en la conciencia los componentes sociales, religiosos, educativos, políticos, culturales, en fin, los contenidos éticos que rigen la vida del hombre en la sociedad.

Estos principios éticos son producidos por los denominados intelectuales, estos es, representantes de las clase dominante, que convertidos, elegidos o designados en legisladores o gobernantes o sindicalistas o artistas formulan políticas, modos de vida y normas constitucionales que dan legitimidad a los actos del Estado reproductor de relaciones de producción de tipo Capitalista.

Tal como plantea Alfredo Ramos Jiménez la ideología son “… sistemas de ideas, actitudes y practicas particulares orientadas hacia la organización de una estructura de autoridad en la sociedad” (Una ciencia política latinoamericana, 136)

No pierda de vista la noción primigenia de Carlos Marx y Federico Engels, esto es, la ideología al ser Sistema de ideas o representaciones mentales, se constituyen en formas de actuar adecuadas a los preceptos que las sustenta.

El “hombre” asume para sí los preceptos dominantes de la sociedad y los hace suyo. Ahora bien, valores como igualdad, libertad, poder, trabajo ente otros van a estar condicionados por la dominación de clase.

La libertad estará condicionada en el Sistema Capitalista a la posición de clase en tanto sujeto propietario o no de medios de producción. La sujeción al trabajo va condicionando la libertad en tanto dependencia para lo obtención de los medios necesarios para adquirir alimentos, vertidos, vivienda y educación entre otros beneficios que le garantizan un “estilo de vida”.

La libertad que es una condición natural del ser es alienada y transformada en actitudes adecuadas a una determinada condición social o posición dentro de la estructura política del estado. Mientras tanto la libertad es un reflejo invertido de la condición de hombre libre, sujeto a determinadas relaciones de trabajo.

De allí que las ideologías en el sistema capitalista comprenden tres dimensiones.: (Alfredo Ramos Jiménez, 13)

1. El conjunto de ideas generales sobre el hombre y sus relaciones con la sociedad y la estructura de poder.

En este sentido la ideología construye un reflejo invertido de la relación del hombre con un Dios como creador y no creado como objeto de adoración y resignación por condiciones sociales devenidas de la posesión o no de medios de producción.

De allí que la religión, la educación, la información y la vinculación con el poder se constituyan en fuentes de reproducción ideológica de las relaciones de poder, que se sustentan en relaciones de clases antagónicas, contradictorias, cuya actuación es regulada por la estructura del Estado de Clases Capitalista.

2. Un sistema de actitudes que determina los comportamientos

La ideología construye modelos mentales ideales de comportamiento sociocultural a través del sistema de parentesco, familia, educación que van modelando una forma particular de concebir al ser, el universo y la sociedad.

Imágenes ideales que subyugan al sujeto real ha el “designio superior” de la posición de clase.

3. Un contenido movilizador-emocional que funda solidaridades de grupo

La ideología funciona como operador inconsciente de la movilización política y sociocultural del hombre hacia los diferentes contenidos de clase que difundidos por los Aparatos ideológicos del Estado (como menajes movilizadores-emocionales) para refrendar la estructura de poder del Estado Capitalista

La disminución de los efectos consensuales y represivos de la producción de ideología se da solamente con la toma de Conciencia a través de la ruptura radical de la inversión histórica de las relaciones materiales de la vida. Esto es, “La conciencia no puede ser nunca otra cosa que el ser consciente, y el ser de los hombres es su proceso de vida real” (Caros Marx, La Ideología Alemana)

Confuso la comprensión de un proceso ideológica de construcción de representación mentales en las cuales el hombre es producto y reproductor de procesos ideológicos.
Cuando se habla en el Marxismo puro de la inversión del reflejo, es la expresión más figurativa que explica como el hombre adquiere la figura invertida de productos credos por intelectuales que transforma por ejemplo el paraíso a la recompensa del oprimido por su resignación a sus condiciones materiales de vida.

Cuando el hombre toma conciencia de su posición de clase rompe con fetiches, culto a la personalidad y la producción económica centrada en la explotación del trabajo.


Bibliografia
Gramsci, Antonio. La formación de intelectuales. Colección 70, nº 1, Editorial Grijalbo, 1970
Lenin, V I. El estado y la revolución, Colección 70, nº 129. Editorial Grijalbo, 1973
Ramos Jiménez, Alfredo. Una ciencia política latinoamericana, Editorial Carhel. 1985
Silva, Ludovico. La plusvalía ideológica, Ediciones de la Biblioteca UCV, 1975
Vládov, L. Fundamentos de filosofía marxista-leninista. Editorial Progreso, 1982

lunes, 12 de enero de 2009

Populismo

Primera parte



Populismo es la expresión más común que en América Latina, asumen los gobiernos que se ejercen a partir del liderazgo carismático y retórico, entre otros factores, que le “asignan” al Estado características de personalista y popular; Sumatoria que da como resultado la concepción pragmática del pueblo y concibe al Estado como instancia asistencialista y unipersonal.

Una primera aproximación a la discusión es comprender el alto contenido ideológico que esta acepción del ejercicio de gobierno posee, basando su accionar en la denominada Conciencia Colectiva y el Discurso Épico. Esto es, el discurso oficial esta cargado de lugares, hechos y héroes que respalda la actuación del líder Carismático.

En este sentido, Pueblo se refiere a clase desposeída, pobre, proletaria y explotada. Pero así mismo esta masa no posee voluntad propia, es orientado por lo la retórica épica de líderes carismático que operan a través del partido único, que se ve representado en las grandes concentraciones de militantes surgido de la masa de desposeídos, esto es, el “pueblo” en su mas genuina expresión.

El pueblo dentro de la acepción populista no tiene voluntad propia; Es el Estado providencial quien a través de la figura del líder carismático, satisface las necesidades del pueblo.

Cada sector del pueblo se constituye en un “operador político”, que actúa bajo la influencia de la conducta grupal difundida por el Estado, utilizando para el ello el monopolio de los Aparatos Ideológicos.

En la noción de Luís Althuser, los Aparatos Ideológicos son todos los medios institucionales que el Estado tiene a su disposición para difundir la ideología de la clase hegemónica. En tal sentido se utilizan nociones tan abstractas como el lenguaje, héroes, creencias, tradiciones y religión, entre otros bienes intangibles que forman parte de la memoria colectiva evocados como entidades reservadas para resaltar ha sectores del pueblo “ungidos” por el líder carismático

La manipulación del pueblo mediante la utilización parcialidad de los medios de comunicación es fundamental para el Estado populista.

El mensaje ideológico del populismo esta orientado a convertir al líder carismático en una especie de héroe bondadoso, dadivoso, honesto, humilde, religioso, de carácter recio y dispuesto a vengar a los desposeídos de los males de la pobreza y la explotación.

La acción política tiende a lograr el partido único o partido dominante y el control del poder legislativo y judicial. En algunos casos el partido dominante dura más que el líder fundador dando lugar a una sucesión de mandatarios que dan apariencia de democracia, aunque no hay alternancia de partidos.

El populismo dispone de un discurso justiciero bien fundado en la infatigable lucha del líder carismático y las fuerzas del mal, representadas por:

Factores internos representados por opositores políticos, medios de comunicación, organizaciones gremiales, sectores de la clase media, empresarios e iglesia. Instituciones que son satanizadas y convertidas en encarnados enemigos del pueblo y del gobierno
Factores externos representados en el imperialismo (de izquierda o derecha) y el capitalismo.

El caudillo y sus burócratas se presentan a través de los medios de comunicación como los más leales con su pueblo, quien los recibe como figuras esclarecidas, infalibles y sacrificadas que solo obtienen como recompensa la “gloria divina de la inmortalidad”, reservada a los héroes de la nación.

La mezcolanza de “héroe, pueblo, lealtad y sacrificio” es el pacto perfecto entre gobernante y gobernados de la democracia populista. El pueblo deberá tener una lealtad incondicional para su líder carismático, quien se sacrifica, abandonando a la familia y pertenecías materiales, llegando incluso a dar su vida si fuese necesario para salvar al pueblo de la pobreza

Sobre la conciencia colectiva esta la elite en el poder y funcionarios públicos de alto rango que secunda al líder carismático. De la elite surgen los burócratas capacitados por la providencia para reinterpretar la sabiduría popular y asistir al caudillo ha satisfacer las necesidades del pueblo.

El Estado populista se considera la esencia del pueblo, para lo cual se debe segregar todo síntoma de disidencia, diversidad, opinión que contradiga esa unidad orgánica de pueblo-líder carismático.

Pero aun cuando parezca incongruente, esa unidad absoluta, necesita desesperadamente de un enemigo que ponga a prueba constantemente las facultades providenciales del caudillo. Revivir las proezas de los héroes patrios, es fuente de energía del populismo.

El carácter clientela le brinda al Estado, y por su carácter pragmático, invertir recursos financieros en salud, viviendo, educación, seguridad, ejercito y alimentación, mediante la implementación de programas efectistas y pragmáticos. Esta acción del Estado populista refuerza la cultura de la asistencia, clientelismo y la influencia del funcionario que representa la burocracia del Estado.

En el afán de conseguir la dadiva del Estado, el pueblo otorga a cambio la total adhesión y sumisión al líder carismático. Sumisión condicionada al líder carismático, sustentado en el voto, pero que se constituye en el poder absoluto, autoritario de los bienes y personas de la nación.

El autoritarismo se logro, bien por la acción directa del aparato militar o de la coerción constitucional que capta el apoyo de las masas del pueblo y demás fuerzas de la nación al entramado de legitimidad que el líder carismático construye en el Estado.

Es importante destacar el denominador condicionador de la lealtad del pueblo. Si bien el apoyo popular es numeroso, por ejemplo Perón y Eva Perón en Argentina o Carlos Andrés Pérez en Venezuela, existe la posibilidad de que este sea volátil, dado la diversidad de carencias de servicios, alimentación, salud, vivienda o educación acumuladas por las masas populares, la frustración que genera el discurso populista y la inmensa he insalvable brecha entre la trilogía ingreso fiscal, gasto publico y pobreza hacen que el pueblo, aparezca como parte interesado en la relación de intercambio entre el voto dado al gobernante y prebenda de asistencia social prometida.

El carácter dadivoso y asistencial del Estado se constituye en profunda preocupación del líder carismático, que necesita colocar a prueba constantemente el potencial apoyo y solidaridad del pueblo a través del enfrentamiento con opositores internos y/o con sectores del capitalismo internacional. De allí que las masas electoras del pueblo “participan” a cambio de beneficios económicos. Situación que se torna dramática para las economías latinoamericanas caracterizadas por ser mono productoras de materias primas y sustentadas en el gasto público.