miércoles, 23 de marzo de 2011

Conciencia y sociedad cívica

El civismo privilegia la norma constitucional de la sociedad, supone la existencia irrestricta de la Constitución como norma y valor de vida en la democracia; y es,
a través de la Constitución, donde además, tiene sentido y contenido las instituciones, bajo condiciones de sociedades participativas, plurales y divergentes.


Deseo compartir con Usted reflexiones que este humilde servidor y fiel lector del texto Pedagogía visible y educación invisible. (1987) de Don Víctor García Hoz (1911-1998) en el cual señalo cuatro etapas de la vida social del Ser Humano, a saber: sentido social, conciencia social, actitud social y hábito social.


Que riqueza de contexto, en tanto que, ilustra el contenido democrático de la posición de Don García Hoz, acerca de la vital importancia de la educación del ciudadano en cuanto al sentido cívico necesario para lograr la convivencia democrática. Así mismo es quizás fatal, para quien suscribe este articulo, traer a García Hoz para utilizar su teoría en las reflexiones acerca de la convivencia, civismo y gobernabilidad democrática.

Pero es que no se puede resistir a sostener por todos los medios teórico-práctico legítimos que la Democracia es un valor en sí mismo, en el caso venezolano, viene consustanciado con la Republica y de allí, la familia es democrática en esencia; No sé si socialista o capitalista, pero en esencia Democrática.

Recomiendo leer a Don Víctor García Hoz quien fue Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de España y dejo una prolífera obra pedagógica de notable importancia universal. Leyendo su texto “Pedagogía visible y educación invisible” que se consigue por internet, o pensaban que había otra opción) comprendí la dimensión del Decreto Guerra a Muerte de nuestro Libertador Simón Bolívar proclamado en el Cuartel General de Trujillo el 15 de Junio de 1813, en tanto que el concepto de compatriota no era mezquino con sus conciudadanos, era y debe ser de reconciliación para quien siendo hijo de la patria hubiese actuado, desde el punto de vista Político, contrario a los principios constitucionales. Al proclamar “Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”, El Libertador estaba decretando la amnistía general, la reconciliación necesaria en el país.

Que desubicado quien proclame “No hay reconciliación posible” desconociendo esta máxima bolivariana; es el típico comportamiento del Dominador Autocrata que, usurpando al pueblo promueve el odio en sus conciudadanos, abusando para ello de posiciones de poder.

El sentido social es una aptitud cognitiva en virtud de la cual el hombre se halla abierto a su entorno y se proyecta en la capacidad de conocer los elementos y las relaciones del movimiento y del orden social. Es la clásica condición gregaria del hombre que le lleva a reconocerse como perteneciente al conglomerado de su especie. Esta condición le permite al hombre la posibilidad de existir, ya que solo el hombre sería extremadamente vulnerable. De allí la posibilidad de la coexistencia, esa dualidad sociológica (H Spencer, E. Durkheim y V. Paretto, entre otros) que explica la posibilidad de la búsqueda del vivir por sí mismo, pero a sí mismo la necesidad de participar en el proceso colectivo de la evolución humana. De allí que el Ser Humano no percibe la vida en soledad, es por esencia colectivo. Nos percibimos como seres colectivos, llenos de información que trasmitida van conformando núcleo social.

La percepción sería la síntesis de la actividad del sentido social. La percepción es el proceso cognitivo inicial, cargado de contenido sop0cail expresado en ideas, costumbres tradiciones pareceres que van formando la conciencia. Cómo hacer para valorar la carga empírica que contienen nuestras ideas. No se necesita ser el erudito doctor para creer o no en la mal suerte.

Percibimos la realidad dual, lo recuerdan de allí que en la percepción social ocupe lugar preponderante la percepción personal, que hace posible la comprensión del comportamiento (aceptado o rechazado) del contexto social: la completa percepción de alguien se alcanza cuando se le valora en tanto que persona.

La valoración personal supone la percepción de la dignidad moral que va unida al reconocimiento de los valores que afloran y se desarrollan en el ser personal de cada hombre.

El reconocimiento de los valores lleva consigo la percepción del otro como de uno mismo. Esta percepción, junto a la actitud de respeto subsiguiente, lleva a descubrir que los otros son el bien más grande con el que nos podemos encontrar: aquí se fundamenta la convivencia armoniosa y enriquecedora de la persona de cada uno.

El ser humano, al percibir la conexión entre su vida y la de los demás lleva como consecuencia al descubrimiento de que los hechos sociales constituyen una realidad en la que se halla comprometida la existencia. El sentido social se transforma en conciencia social.

La conciencia social añade al sentido social en la vinculación a la realidad social. Es en este momento, el de la conciencia social, donde aparece el sentimiento de responsabilidad social cuando el individuo/colectivo se hace consciente de deberes y derechos y de su participación activa en la vida de la comunidad.

Este sentimiento, que tiene como referencia una actividad posible, abre la puerta a la actitud social. Y la actitud es una disposición inmediata para la participación. Es condición todavía incipiente y preparatoria, una condición previa para una acción posterior, pero no actividad en sentido estricto. La participación es una actitud que se aprende a la luz de un sistema educativo participativo, libre al pensamiento divergente y creativo.

La actitud social tiene un carácter bipolar, porque señala una dirección a la actividad que ha de venir; actividad de acercamiento o de alejamiento, de simpatía o de antipatía, positiva o negativa. Cuando la actitud de adhesión a una persona o a un grupo, de integración a un conjunto humano o comunidad o de participación activa, es positiva favorece al conglomerado social.

La actitud social desemboca en el hábito social, que viene a ser el principio inmediato de la actividad social. Es por ello que la formación para la convivencia social tiene su objetivo final en la promoción y refuerzo de los hábitos sociales.

Magnificencia de propuesta teórica para la comprensión del valor de la democracia en sí misma, es el centro de nuestra disertación diaria. Es el camino a seguir para ubicar en el contexto la noción de democracia social como fuerza que debe imponerse ante cualquier autoritarismo personalista del Estado Social Capitalista.
En cada contexto económico-social, las formas de la conciencia social están concatenadas entre sí y, en su conjunto, constituyen las manifestaciones material/espiritual que desborda la conciencia individual, para constituirse en representaciones de identidad colectiva del ideario del estado-nación.

La particularidad de las necesidades sociales que dan origen a las formas de conciencia social, determinan asimismo el rol histórico/social/concreto que tales formas de representación colectiva desempeñan en la vida y desarrollo del hombre como fundamento de sustentación del colectivo social.

La formación del hombre nuevo pasa por la formación de los elementos materiales de la concepción científica del mundo, la educación moral, cultural, técnica y estética, lo cual atestigua el inmenso papel que desempeñan las correspondientes formas de la conciencia social (Ser social y conciencia social).

El reconocimiento de ser miembro de sociedad entonces será un acto Racional, propio del acto conciente reflexivo que el Ser hace en función de su conocimiento, percepciones, emociones que le llevan a reconocer valores, principios normas como suyos para ajustar su comportamiento a la convivencia social .