sábado, 9 de julio de 2011



Visión, tecnología, valores, hábitos, global, innovaciones de un estilo de vida Cosmopolitan al servicio del mundo de la e-conomia y de países que relegando al resto de la humanidad harán suyo los espacios aptos para la vida del planeta. Quizás son 15, 20, 0 39 años, pero son escenarios sombrío para los países que se les asigno el papel histórico de suministrar un tipo de materia prima, para producir una energía que está siendo superada, por otras bioenergéticas, que solo estarán en poder de los países que tengan economías solidas.


El mundo se dirige a hacerse cercano, ha estrechar cada vez más la brecha entre las grandes productores de energía, que se encargaran de producirla en su propio espacio geográfico, por el agotamiento de las zonas que ocupan hoy el tercer mundo.


Zonas como la Amazona, en poco tiempo será devastada y se constituirá en un gran desierto, poco útil para los grandes centros agrupados en el poder de la nueva biotecnología. Fuera del contexto de las relaciones en red de las nuevas organizacione4s que solo se comunicaran entre aquellas que están lo suficientemente igualadas en la tecnología y la ciencia.


El Ser como humanidad biopsicosocial, se desprenderá en términos de distanciamiento entre quienes, carecen de la ciencia y el conocimiento de vanguardia y los que están en la esfera de la biotecnología y la energía innovadora. Qué relación se establecerá entre económicas que dejaran de depender, por ejemplo de materia prima fósil o mineral. Uno porque es altamente contaminante y la otra porque se agoto. Así de sencillo, que relación tendrá hoy día China, con latinoamericana, más allá de ser productora de materia prima energética. De la energía de hoy; ¿Pero que pasara a futuro cuando las Corea del Sur y Corea del Norte se unifiquen, para dentro de los próximos diez años? Ocurrirá que tanto Japón como China, tendrán en ese inmenso potencial tecnológico de Corea unificada un excelente competidor; o Con la India, que en los próximos años se constituirá junto a China como el país más poblado, pero con una economía extremadamente solida

El fin de la era del hidrocarburo y la energía fósil, de seguro está marcando el rumbo para las sociedades de Red, sí; globalizadas, muy bien. Pero extremadamente apartadas de un mundo de consumidores marginales. Que serán consumidores, pero aislados totalmente del “progreso” y la disponibilidad de condiciones de vida aptos para perdurar en el tiempo que resta de vida al planeta.

Triste destino para los países del tercer mundo que suministraron materia prima fósil y se consumieron los tributos y regalías de la explotación de esa materia prima y el potencial financiero y tecnológico que pudieron obtener en menor cuantía en ensayos de modelos políticos o económicos, sin la convicción del camino a seguir y, más aun, sin una prospectiva, que no fuera un plan bien estructurado, pero sin una estrategia a considerar. Un solo plan, concebido para un ambiente extremadamente cambiante y amenazador y con una economía completamente dependiente de poder relativo de los hidrocarburos y los tratados comerciales con socios comerciales oportunistas y con visión diferentes del futuro.

lunes, 27 de junio de 2011

La democracia es lo cotidiano



En cuanto a la democracia de lo cotidiano, en su nivel operativo, nuevamente la administración, que puede proporcionar herramientas muy útiles para el funcionamiento eficiente de una sociedad autogestionada, también dota de una serie de técnicas sofisticadas a quienes quieren controlar y supervisar más de cerca a sus subordinados (el problema no es la técnica sino la actitud de quien la utiliza). A través de sistemas tan aparentemente atractivos como la "administración participativa" se exige más al trabajador, se le permite creer que él determina su destino y se utiliza su participación para reclamarle cuando hay descontento laboral. Largas reuniones con intervenciones plurales, para que finalmente los trabajadores decidan lo que ya se habla determinado con anterioridad: "paternalismo participativo". No debe sorprendernos que el trabajador se harte de sistemas en el que se le pida su aparente participación. El sabe que en realidad de lo que se trata es de aumentar la productividad, pero hasta donde ésta convenga a la autoridad.

Por otra parte, no se requiere de mayor ciencia para derrotar a la democracia institucional.

La técnica más usual es el cansancio. Se atiborra el orden del día de la asamblea general con puntos que deberían resolverse a nivel operativo; se utiliza un lenguaje técnico difícil de comprender y que a nadie le interesa escuchar, y se presentan las propuestas significativas al final de la reunión, después de largas horas de discusión estéril. Por eso el único deseo de los que sobreviven a tan agotadora asamblea es regresar a casa, y así los que deciden las cuestiones importantes son los que se quedan, es decir, los que idearon la trama. El poder se concentra y la democracia institucional pierde su contenido real y mantiene su estructura formal.

sábado, 18 de junio de 2011

Civismo, ética y democracia participativa. II



Que tema tan interesante este el de la ubicación conceptual de la noción de democracia como valor en sí mismo. Es el epicentro del éxito o fracaso de la implantación de un proyecto político o de algo más serio como lo es el derrocamiento y ascenso de un Bloque Histórico.

Los dos valores fundamentales de la democracia social son la equidad y la justicia. Ambos conjugados le otorgan al ciudadano la oportunidad de Autogobernarse. Esta noción rompe claramente con el Estado omnipresente, asistencialista, clientelar y “propietario” de las “riquezas de la nación”

El civismo privilegia la norma constitucional de la sociedad, supone la existencia irrestricta de la Constitución como norma y valor de vida en la democracia; y es a través de la Constitución, donde además, tiene sentido y contenido las instituciones, bajo condiciones de sociedades participativas, plurales y divergentes.

De allí que es necesario la cohesión, aun cuando parezca paradójico, social a contenido ético asentados en los espacios institucionales de la conducta democrática. Es decir, sociedades donde el dialogo es indispensable y es el criterio para llegar a acuerdos y decisiones acerca de la conducta optima (Ética) del ciudadano

El comportamiento cívico en Democracia participativa es plural como las ideas diversas llenas de contradicciones y desencuentros. Pero es la institucionalidad de la Democracia lo que le otorga a la participación la beligerancia que permite el crecimiento de la calidad de vida de la población; y es indiscutiblemente lo que le da solvencia moral al gobernante.

Es así de básico, “gobierno” implica la responsabilidad ética y el compromiso con los ciudadanos bajo la visión integradora de la Equidad y la Justicia Social.


La democracia exige Equidad y Justicia, lo cual requiere claridad y congruencia entre la acción oficial y los contenidos de las reglas. Esta congruencia puede verse afectada por el Autoritarismo vinculado a la nociva confusión entre autoridad, poder y privilegio devenido de un cargo.


Siempre que escribo de este tema recuerdo “al primo, hermano, esposo, hijo o simplemente amigo de fulanito que tiene un cargo de…” funcionario público que confunde poder y privilegios para su propio beneficio (y del selecto grupo de allegados), con la autoridad devenida del cargo.

Un Estado en el cual el funcionario utilice la autoridad para envilecerse y no para servir. Donde ejerzan el poder para amedrentar y enriquecerse o permitirlo, jamás será democracia participativa y mucho menos social.

domingo, 12 de junio de 2011

La cultura política: Hacia el civismo y la convivencia democrática. I


Iniciamos esta serie de escritos apuntalados en el trabajo de Investigación de Cátedra Sociopolítica (UNERMB-Venezuela) del autor del presente Blog, respecto a cinco variables fundamentales de la Democracia y su concepción de Estilo de Vida para el caso venezolano.

Se concibe la cultura política como factor movilizador-integrador de los Actores Sociales hacia las estructuras del sistema legitimador del Estado y a las prácticas políticas y redes sociales del sistema democrático.

En el caso concreto de los Actores Políticos al elaborar sus juicios y sus modelos para la intervención en la vida política, se orientan por parámetros dentro de los cuales los valores democráticos juegan papel preponderante.

El carácter totalizador de la política y la incidencia de la integración del sistema político en el establecimiento de relaciones entre los Actores Sociales, convierte los valores aspectos significativos para el desenvolvimiento sociopolítico de la sociedad.

De allí que el estudio de los valores que sustentan la Cultura Política en el caso venezolano, es primordial para la comprensión de cinco variables fundamentales: Civismo, Convivencia, Tolerancia, gobernabilidad y prácticas políticas.

Los valores condicionan la proyección integral de los sujetos hacia el sistema político y constituyen en sí mismos un componente de la cultura política. Los valores hacen de la Democracia un estilo de vida arraigado en el sentimiento de identidad política del venezolano y condicionara cualquier proyecto político sustitutivo a respetar el juego democrático fundamentado valores de. El pasado glorioso de los héroes patrios, el origen de una misma sangre aborigen, rasgos socioculturales y sincretismo religioso.

Los valores emergen en condiciones socioeconómicas y culturales concretas, son materiales y espirituales; en fin son expresión del sincretismo sociocultural que forma el ideario de lo que se conoce como nación y mantienen estrecha relación con las necesidades por lo que su transformación está asociada a la satisfacción o insatisfacción de aquellas. De allí que los cambios políticos deben considerar el modelo de necesidad-satisfacción y la carencia que orienta el sentido bondad que el ciudadano encuentra en el Gobernante, más allá de aspectos sustentados en el Modelo de Desarrollo o de Ideologías.

Esto implica que no tienen un contenido abstracto, es decir, ellos son concretos y fuera de dicha concreción, sólo son capaces de movernos a actuar en sentido relativo. Es por eso que desde un área de la cultura como la que nos ocupa, es necesaria una concepción de los valores que tipifique su papel en la construcción de modelos de acción por parte de los sujetos políticos y los consideren capaces de atraer la voluntad colectiva y forjar una identidad común

sábado, 21 de mayo de 2011

La convivencia solo se da con justicia y equidad en la legislación...

Equidad e Igualdad y Unidad y pluralidad



Valorar la convivencia requiere trascender de cualquier simplificación de su significado para que la Democracia sea fortalecida con el concurso de los contenidos divergentes del conjunto de individualidades y colectivos que de forma consistente tiene visiones, objetivos y metas particulares de actuación, pero que defectiblemente deben estar inmersos en el marco constitucional vigente.
Apreciar la diversidad y apreciarla como fundamento de la Convivencia con Dignidad, Equidad, Justicia y Responsabilidad Social son fundamentales para comprender que todo ser Humano tiene sus propias convicciones y está en él la capacidad de aceptar que los demás tengan así mismo particulares formas de comprensión de la sociedad. Es allí donde la Democracia como un valor en sí mismo legisla sobre las particulares visiones para que todos estén en capacidad de gozar de deberes y derechos sin vulnerar los de su conciudadano.

El real ejercicio de la Democracia, y la sabiduría del verdadero gobernante demócrata es ejercer la Democracia con tolerancia, inclusión y respeto por los criterios divergentes. Lo contraria será otra cosa, menos Democracia.

La convivencia solo se da con justicia y equidad en la legislación, en la aplicación de la ley y en el ejercicio de los poderes públicos.

La convivencia exige un sistema democrático libre de discriminación y la exclusión del ciudadano ejercidas por sectores políticos fundados en el totalitarismo, autoritarismo u otro ejercicio de fanatismo y gobierno personalista que pueden conducir a la Sociedad Civil a la hostilidad, frustración y a las prebendas del asistencialismo del Estado.
Convivir no es solo compartir normas y conductas constitucionales. Convivir es aceptar la diversidad y divergía de visiones del hombre como Ser Biosiciosocial y su cosmovisión de la sociedad. Convivir es el compromiso solidario con el respeto de los derechos humanos, la tolerancia y las libertades fundamentales de todos, sin distinciones.

Para lograr la convivencia se requiere que la sociedad civil sea conformada por individualidades y colectivos con alto criterio y respeto profundo por la Dignidad. Con ciudadanos que no estén doblegados en su dignidad ante gobierno alguno, Ciudadanos capaces de apreciar el valor de las diferencias de entre seres humanos y capaces de evitar los conflictos o de resolverlos por medios no violentos o utilizando de forma fraudulenta el ejercicio de la fuerza militar o la corrupción de los sistemas de justicia y legislativo.
Es importante establecer la diferenciación necesaria entre Equidad e igualdad. La igualdad es relativa a disposiciones ideológicas que bien pueden tergiversar o no la disposición que tiene una persona de ser igual, pero necesariamente no recibir el mismo trato o privilegio. Podemos ser iguales pero necesariamente no participar en igualdad de condiciones o de esfuerzo en la construcción de bienestar social. Es allí donde la equidad le imprime la ética social a la Igualdad y la supera en tanto que obliga a considerar las diferencias entre individuos y grupos, pero ha otorgarle a cada quien lo que en Justicia debe recibir como retribución a su participación en la producción del bienestar social.

La sociedad se hace Justa, cuando aplica la Equidad como principio ético en las relaciones sociales. Aplicar la equidad como principio rector de la democracia, obliga que el trabajador comprenda que la esencia del Trabajo socialmente necesario es lo que garantiza la equidad y justicia social. Jhu, un concepto que difícilmente aparece en los largos y personalistas discursos de los “lideres” del Estado Socialista Latinoamericano.

De seguro, es la noción del trabajo socialmente necesario lo que conduce al objetivo de la sociedad equitativa, la cual exige restablecer y aplicar la justa (Justicia Social) proporción de la distribución de la propiedad social.

No es el estado socialista asistencialista y clientelar del capitalismo de estado socialista, No, nos referimos a la equidad social que exige aplicar criterios de justicia y responsabilidad social, que permiten comprender que la sociedad justa se funda en el trabajo socialmente necesario, en la participación social bajo el criterio de la comunidad de intereses orientados al bien común. No es la beca o la dadiva al “pueblo necesitado de la asistencia”, No, nos negamos a esa sociedad de la dadiva y el voto.

Es la equidad considerada socialmente aceptable y funcional en pro del normal desarrollo y el equilibrio social.

Es la equidad y la justicia de merito. Es darle a cada quien lo que cada quien hace, en base a la esencia que la socialmente diferenciación social da la concordancia con el aporte que ha realizado el individuo/colectivo para la sociedad.
La convivencia implica dos términos bien importantes como son Unión y pluralidad. Si de seguro que es así, ya Aristóteles lo comento, en tanto que refería que todo ciudadano necesita de otros ciudadanos para formar una comunidad de intereses. Si leyó bien, una comunidad de interés de personas que no podrán vivir solos en un determinado espacio geográfico y de tiempo.


El hombre es gregario por naturaleza, vivimos en manadas y cultivamos relaciones interpersonales de forma intencional para vivir con los de nuestra especie

Se comprende, entonces, que la tendencia a convivir, tendencia natural, propia de la naturaleza humana, es un factor de la formación de la conciencia social. Es fundamental del Ser en su dinámica biopsiccosocial la coexistencia en grupos regulados por normas legitimadas y compartidas para el interés general, que se antepone al interés individual. No es que el interés general deroga toda aspiración o apetencia individual, es la necesidad del razonamiento lógico que lleva al Ser a constituirse en ciudadano para convivir en un mundo que le reclama compartir esfuerzo para lograr la vida armónica. Es claro el hombre no puede sobrevivir por sí solo, requiere el concurso y el esfuerzo de su semejante para coexistir.

La convivencia es la realización de la vida de relaciones sociales y la disposición humana de compartir conocimientos, hábitos, actitudes, emociones, sentimientos, deseos y necesidades, que por sí solo carecerían de importancia dentro del concepto de vida, sea cualquiera el paradigma de la humanidad en la cual se situé el observador. De allí que convivir es la integración de interés que funda la noción de comunidad, y es en esta noción donde la existencia humana cobra la plenitud del desarrollo humano.


viernes, 13 de mayo de 2011

La Bikina

Perfida Democracia.



El desarrollo del concepto de Democracia cobra contenido particular en cada especificidad latinoamericana, en cada escenario de conformación del ideario nacional que haga fuerte la convivencia en torno a un proyecto político y socioeconómico, que si bien no aglutine a la totalidad de la población, no genere confrontaciones como para debilitar la unidad nacional. No es ser simplista o ingenuo, las consignas retrogradas que contenían separaciones a muerte a lo interno del país, quedaron atrás, ante el espectacular derrumbe del muro de Berlín y todo el acoso de actores políticos confabulados contra sus naciones para gobernar en torno a las carencias de las comunidades y la apropiación prolongada del poder.

Es en ese escenario donde la pérfida democracia cobra vigencia en tanto que la naturaleza de la gobernabilidad democrática va más allá del acto electoral. Es comprender la democracia como un escenario dialectico, de confrontación y divergencia dentro de un marco cívico y de convivencia.

¿Qué gobierno, de que país es puramente Capitalista o Socialista?¿Cual debilidad de teoría y método? para la divergencia irreconciliable en los ciudadanos y escusa para que gobernantes se junten y dividan en interminables asambleas y conferencias llenas de fotos, poses, excelentes hoteles y vehículos, amigos entrañables u odios renacidos.

Nadie reniega de la Democracia, pero como cuesta ajustarse a los principios ineludibles de Equidad y Justicia. Aquí hago un paréntesis para invitar al lector a visitar el blog ideologiayculturas.blogspot.com, en tanto instancia de reflexión inicial de los contenidos expresados en este documento de estudio Estado y legitimidad. Un punto de vista hacia el eslabón de la Pérfida Democracia.

La Pérfida Democracia no es una entelequia para construir o destruir sobre sus valores e ideario nacional que debe estar por encima de modelos o teoría que si bien justifican el requebramiento del viejo y conformación del nuevo Bloque Histórico, dentro de la instauración paulatina de los nuevos valores sobre los anteriores.

Cuan cierto es esta aproximación grosera a los postulaos de Antonio Gramsci, en tanto que la instauración y derrumbamiento si bien son choques violentos, también es cierto que el ideario nacional se mantiene en tanto ciudadanos que se reconocen parte del ordenamiento cívico que debería ir más allá de las declarativas divisionistas de quienes se reconocen como pueblo.

El elemento a destruir en el Capitalismo es al capital y la ideología individualista que lo sustenta. El gran capital internacional está más allá de pueblo o clase media o pitiyanqui, es ideología que “desparrama” la conciencia y convierte al Ser en sujeto de dominación cruda e injusta.

El Socialismo como método de praxis sociocultural liberador, apuesta a la Dignidad humana, la justicia y la equidad. Así sin medias tintas o prácticas repetitivas del abuso impositivo capitalista abusador y dominante. (ideologiayculturas.logspot.com, 6/09/09) Es la antítesis del capitalismo de allí que su instauración deberá estar signada por el fortalecimiento del civismo, la convivencia y derrumbamiento de las formas capitalistas de producción. Complicado he.

Es complicado en tanto se comprenda que la convivencia democrática es definidos por aspectos históricos, socioculturales, étnicos, entre otros de carácter material y espirituales integrados por proyecto nacional en relación al civismo y gobernabilidad y democrática.

Es un aprendizaje que incluye para muchos teóricos de América Latina, entre los que se citan José Vicente Carrasquero, Carlos Iñurrategui, María Lourdes Escuder, la formación de la conciencia social desde la familia y la escuela como formadoras de un Ser Integral.

La calidad del civismo y convivencia en democracia es una condición indispensable para la formulación del ideario nacional y la constitución del concepto de Desarrollo integral y sustentable que se desee asumir en correspondencia con la equidad e igualdad a través de instituciones y mecanismos legitimados en la gobernabilidad. En este sentido, se puede medir la convivencia en democracia por el grado de respaldo y satisfacción de los ciudadanos; lo cual le otorga una alta estabilidad a sus instituciones por el apoyo que recibe de la sociedad civil.

La convivencia de la democracia es el resultado de la historia de las sociedades, de cómo han organizado y construido de sus instituciones, de cómo han plasmado las aspiraciones y fracasos del ciudadano, dentro de un concepto valorativo del orden cívico como norma constitucional integrador.