domingo, 3 de enero de 2010

Del Civismo a la Equidad solo median los fundamentos constitucionales (II)

Claro oscuro. Serie Cabimas Natura, 2004. José M Perozo P

Con la equidad en ocasiones los políticos de profesión y los burócratas enquistados en cargos sucesivos, hereditarios y prolongados la hacen pasar por igualdad.

Todos somos iguales, todos caminamos hacia adelante normalmente, tenemos paticas, manitos hablamos y hasta respiramos el mismo aire, se proclama la igualdad de clases, de género, religión y hasta de participación.

Si se parte del concepto Capitalista de igualdad social, en una sociedad de elites políticas y clases dominante que se hacen del poder Político (aquellos), para los otros se hagan del poder económico, para igualar al pueblo en términos de clase dominada la cual, si bien tiene la asistencia benefactora del Estado Capitalista, no recibe equitativamente los beneficios de la renta por explotación de recursos naturales transformados en materia prima de exportación (países dependientes de la renta) o de la transformación de materia prima y su industrialización (países industriales).

No es igualitario y mucho menos equitativo el Estado Capitalista. No es igualitario o equitativo el Estado Socialista Propietario y Benefactor. En ambos casos, las elites y clases se apropian de regalías y ganancias para producir igual daño en la clase dominada.

En el caso de las democracias latinoamericanas, la igualdad social es un valor que se pregona tanto en las democracias de izquierda como en las de derecha. Es innegable que en los textos constitucionales es letra la Igualdad, pero el tema que nos ocupa no es la igualdad Social, y por mucho estamos lejos de logar la Equidad.

Estamos lejos puesto se establece como punto de referencia tres sectores totalmente diferentes en la dinámica sociopolítica latinoamericana. El grupo de los dominados y los dominadores y el de las elites políticas.

Como podemos explicar la complementaria equidad del derecho a los bienes de la nación a una clase trabajadora que está empantanada entre la Burguesía y la elite política del Estado, de cualquier signo.

Cuanto más cerca se está del núcleo del régimen mayor es la inclinación de la balanza a la genuflexión del Estado.

El valor Equidad es superior a la igualdad o la libertad puesto en sí, no se llega a ser totalmente iguales o totalmente libres. La libertad es condicionada al cumplimiento de normas de conducta y de actuación político/jurídica.

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