viernes, 12 de junio de 2009

El Estado Populista. Un cuento de nunca acabar.

Via a maracaibo. Foto José M Perozo P 2009

Según Octavio Ianni en su texto “La formación de Estado populista en América Latina, el populismo surge como respuesta a la crisis de las oligarquías y la economía liberal en el seno del Capitalismo Internacional.

En el caso de América Latina la combinación de la economía liberal con la sumisión del Estado Oligárquico latinoamericanos de principios de 1900 a los capitales internacionales, fue fuente detonante del desarrollo del populismo en la década de 1920 en adelante

Las sucesivas crisis del capitalismo internacional, la primera guerra mundial, el surgimiento del bloque Socialista y la depresión de1929 repercutieron en los capitales foráneos y la constitución de los núcleos primarios de industrialización de América Latina, obligando a las oligarquía y sectores de la burguesía a buscar alternativas de fortalecieran la gobernabilidad del Estado Capitalista

Con el tiempo el modelo de Estado populista que se inicio como u proceso transitorio ante la crisis del Capitalismo internacional, se fue perpetuando como alternativa para la imposición del Estado liberal y sus procesos de industrialización sustitutiva y la consolidación del urbanismo. De paso garantizo la alianza de clases, representada en pactos sociales entre las elites en el poder y las masas de obreros y campesinos que emigraban a las ciudades.

El Populismo es la expresión más común que en América Latina, asumen los gobiernos que lo ejercen a partir del liderazgo carismático y retórico, entre otros factores, que le “asignan” al Estado características de personalista y popular; Sumatoria que da como resultado la concepción pragmática del pueblo y concibe al Estado como instancia asistencialista y unipersonal.

Una primera aproximación a la discusión es comprender el alto contenido ideológico que esta acepción del ejercicio de gobierno posee, basando su accionar en la denominada Conciencia Colectiva y el Discurso Épico. Esto es, el discurso oficial está cargado de lugares, hechos y héroes que respalda la actuación del líder Carismático.



El líder carismático se afana en sus dotes histriónicas, simpatía, expresión verbal y oratorio, raza, descendencia social para salvar la democracia.

El populismo surge en nuestro país, ante la incapacidad de la Democracia Representativa de enganchar votantes y satisfacer las demandas del electorado.

En este sentido electorado se refiere a clase desposeída, pobre, proletaria y explotada. Pero así mismo esta masa no posee voluntad propia, es orientado por lo la retórica épica de líderes carismático que operan a través del partido único, que se ve representado en las grandes concentraciones de militantes surgido de la masa de desposeídos, esto es, el “pueblo” en su más genuina expresión.



Entre las características de las democracias populistas tenemos:

1. Impulso a los procesos de industrialización por sustitución de importaciones y de urbanización, en el marco de la economía liberal

2. Estado interventor y nacionalizador de la actividad económica.

3. Estado regular e impositivo de orden fiscal en la actividad económica y social..

4. Desde el Estado se promueve alianza entre sectores obreros, campesinos y clase media en pactos económicos y sociales

5. Clientelismo entendido como el conjunto de pacto entre sectores políticos y partidos políticos con funcionarios públicos para recibir beneficios económicos, políticos y sociales a cambio de apoyo a las políticas del Estado.

6. Asistencialismo entendido como la acción del Estado orientada a reservar para si todas las actividades de suministro de servicios públicos, seguridad, salud, educación, diversión entre otras actividades que logran ampliar el carácter clientelar a sectores organizados de la sociedad.

De ali que es el Estados providencial, a través de la figura del líder carismático, quien satisface las necesidades del pueblo o elector. El Estado reserva para si hasta el juego de envite y azar (loterías, hipódromo, casinos entre otros modalidades) que si bien tienen restricciones tributarias y fiscales de actuación se mantienen como una fuente de distracción y contención del descontento y al vez de la esperanza popular.

Cada sector del pueblo se constituye en un “operador político”, que actúa bajo la influencia de la conducta grupal difundida por el Estado, utilizando para el ello el monopolio de los Aparatos Ideológicos.

En la noción de Luís Althuser, los Aparatos Ideológicos son todos los medios institucionales que el Estado tiene a su disposición para difundir la ideología de la clase hegemónica. En tal sentido se utilizan nociones tan abstractas como el lenguaje, héroes, creencias, tradiciones y religión, entre otros bienes intangibles que forman parte de la memoria colectiva evocados como entidades reservadas para resaltar ha sectores del pueblo “ungidos” por el líder carismático

La manipulación del pueblo mediante la utilización parcialidad de los medios de comunicación es fundamental para el Estado populista.

Un factor movilizador y manipulador es la alianza de clases; La posibilidad de establecer alianza de clases da al Estado fuerza para desplazar sectores opositores. Así mismo la alianza de clases propiciadas por el Estado populista logra:
Minimizar las contradicciones de clases antagónicas, esto es Capitalista y trabajadores asalariados.
Condiciones de sumisión de os sectores sindicalizados para el desarrollo de los intereses de la burguesía industrial y la consolidación de la incipiente clase obrera.


El populismo, desde el punto de vista económico, plantea una suerte de armonía supuesta entre capital y trabajo y rrepresenta así una trasposición parcial de poder de las oligarquías a una alianza de clases sociales, por lo general urbana, que incluye la burguesía industrial, la clase media y el proletariado industrial. De todos modos, en sus comienzos, debe considerarse al populismo como semi-urbano, ya que se visualiza en las grandes ciudades pero participan actores provenientes de espacios rurales.

El mensaje ideológico del populismo está orientado a convertir al líder carismático en una especie de héroe bondadoso, dadivoso, honesto, humilde, religioso, de carácter recio y dispuesto a vengar a los desposeídos de los males de la pobreza y la explotación.

La acción política tiende a lograr el partido único o partido dominante y el control del poder legislativo y judicial. En algunos casos el partido dominante dura más que el líder fundador dando lugar a una sucesión de mandatarios que dan apariencia de democracia, aunque no hay alternancia de partidos.


El populismo dispone de un discurso justiciero bien fundado en la infatigable lucha del líder carismático y las fuerzas del mal, representadas por:
Factores internos representados por opositores políticos, medios de comunicación, organizaciones gremiales, sectores de la clase media, empresarios e iglesia. Instituciones que son satanizadas y convertidas en encarnados enemigos del pueblo y del gobierno


Factores externos representados en el imperialismo (de izquierda o derecha) y el capitalismo.

El caudillo y sus burócratas se presentan a través de los medios de comunicación como los más leales con su pueblo, quien los recibe como figuras esclarecidas, infalibles y sacrificadas que solo obtienen como recompensa la “gloria divina de la inmortalidad”, reservada a los héroes de la nación.

La mezcolanza de “héroe, pueblo, lealtad y sacrificio” es el pacto perfecto entre gobernante y gobernados de la democracia populista. El pueblo deberá tener una lealtad incondicional para su líder carismático, quien se sacrifica, abandonando a la familia y pertenecías materiales, llegando incluso a dar su vida si fuese necesario para salvar al pueblo de la pobreza

Sobre la conciencia colectiva esta la elite en el poder y funcionarios públicos de alto rango que secunda al líder carismático. De la elite surgen los burócratas capacitados por la providencia para reinterpretar la sabiduría popular y asistir al caudillo a satisfacer las necesidades del pueblo.


El Estado populista se considera la esencia del pueblo, para lo cual se debe segregar todo síntoma de disidencia, diversidad, opinión que contradiga esa unidad orgánica de pueblo-líder carismático.


Pero aun cuando parezca incongruente, esa unidad absoluta, necesita desesperadamente de un enemigo que ponga a prueba constantemente las facultades providenciales del caudillo. Revivir las proezas de los héroes patrios, es fuente de energía del populismo.


El carácter clientela le brinda al Estado, y por su carácter pragmático, invertir recursos financieros en salud, viviendo, educación, seguridad, ejercito y alimentación, mediante la implementación de programas efectistas y pragmáticos. Esta acción del Estado populista refuerza la cultura de la asistencia, clientelismo y la influencia del funcionario que representa la burocracia del Estado.

En el afán de conseguir la dadiva del Estado, el pueblo otorga a cambio la total adhesión y sumisión al líder carismático. Sumisión condicionada al líder carismático, sustentado en el voto, pero que se constituye en el poder absoluto, autoritario de los bienes y personas de la nación.

El autoritarismo se logro, bien por la acción directa del aparato militar o de la coerción constitucional que capta el apoyo de las masas del pueblo y demás fuerzas de la nación al entramado de legitimidad que el líder carismático construye en el Estado.



Es importante destacar el denominador condicionado de la lealtad del pueblo. Si bien el apoyo popular es numeroso, por ejemplo Perón y Eva Perón en Argentina o Carlos Andrés Pérez en Venezuela, existe la posibilidad de que este sea volátil, dado la diversidad de carencias de servicios, alimentación, salud, vivienda o educación acumuladas por las masas populares, la frustración que genera el discurso populista y la inmensa he insalvable brecha entre la trilogía ingreso fiscal, gasto público y pobreza hacen que el pueblo, aparezca como parte interesado en la relación de intercambio entre el voto dado al gobernante y prebenda de asistencia social prometida.

El carácter dadivoso y asistencial del Estado se constituye en profunda preocupación del líder carismático, que necesita colocar a prueba constantemente el potencial apoyo y solidaridad del pueblo a través del enfrentamiento con opositores internos y/o con sectores del capitalismo internacional.

De allí que las masas electoras del pueblo “participan” a cambio de beneficios económicos. Situación que se torna dramática para las economías latinoamericanas caracterizadas por ser mono productoras de materias primas y sustentadas en el gasto público.

No hay comentarios: