viernes, 12 de febrero de 2010

Posdata a la Libertad.

Serie Cabimas Natura, 2005. José M Perozo P


La convivencia implica dos términos bien importantes como son Unión y pluralidad. Si de seguro que es así, ya Aristóteles lo comento, en tanto que refería que todo ciudadano necesita de otros ciudadanos para formar una comunidad de intereses. Si leyó bien, una comunidad de interés de personas que no podrán vivir solos en un determinado espacio geográfico y de tiempo.

El hombre es gregario por naturaleza, vivimos en manadas y cultivamos relaciones interpersonales de forma intencional para vivir con los de nuestra especie

Se comprende, entonces, que la tendencia a convivir, tendencia natural, propia de la naturaleza humana, es un factor de la formación de la conciencia social. Es fundamental del Ser en su dinámica biopsiccosocial la coexistencia en grupos regulados por normas legitimadas y compartidas para el interés general, que se antepone al interés individual. No es que el interés general deroga toda aspiración o apetencia individual, es la necesidad del razonamiento lógico que lleva al Ser a constituirse en ciudadano para convivir en un mundo que le reclama compartir esfuerzo para lograr la vida armónica. Es claro el hombre no puede sobrevivir por sí solo, requiere el concurso y el esfuerzo de su semejante para coexistir.

La convivencia es la realización de la vida de relaciones sociales y la disposición humana de compartir conocimientos, hábitos, actitudes, emociones, sentimientos, deseos y necesidades, que por sí solo carecerían de importancia dentro del concepto de vida, sea cualquiera el paradigma de la humanidad en la cual se situé el observador. De allí que convivir es la integración de interés que funda la noción de comunidad, y es en esta noción donde la existencia humana cobra la plenitud del desarrollo humano.

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