domingo, 27 de junio de 2010

Imagen tomada de Internet

En fin, como reflexión al palabreo escrito en los tres anteriores escritos, dejo unas reflexiones para comprender:

Qué es eso de aupar una lista o un carnet o hacer caritas y pararse en manos para ser “socialista”. El Socialista de convicción es profundamente respetuoso de la Dignidad Humana.

El Socialista de convicción no adula, hace listas o maromas para agradar; Lo que sí es un convencido del trabajo Creativo, Productivo, Colectivo y Socialmente Necesario.

El Socialista de convicción no busca cargos para humillar o privilegios personales y nepotismo o hacer uso indebido del dinero público.

El Socialista es Integro, Responsable, Honesto e incorruptible.

En fin un Socialista de convicción cree en los poderes creadores del pueblo, la Dignidad Humana y el amor de Dios por sus Hijos.


En cada formación económico-social, todas las formas de la conciencia están concatenadas entre sí, y en su conjunto constituyen la vida espiritual de una sociedad concreta.

La particularidad de las necesidades sociales que dan origen a las formas de conciencia social, determinan asimismo el rol histórico/social/concreto que tales formas desempeñan en la vida y desarrollo del hombre como fundamento de sustentación del colectivo social.

La formación del hombre nuevo pasa por la formación de los elementos materiales de la concepción científica del mundo, la educación moral, cultural, técnica y estética, lo cual atestigua el inmenso papel que desempeñan las correspondientes formas de la conciencia social (Ser social y conciencia social).

El reconocimiento de ser miembro de sociedad entonces será un acto Racional, propio del acto conciente reflexivo que el Ser hace en función de su conocimiento, percepciones, emociones que le llevan a reconocer valores, principios normas como suyos para ajustar su comportamiento a la convivencia social.

El civismo privilegia la norma constitucional de la sociedad, supone la existencia irrestricta de la Constitución como norma y valor de vida en la democracia; y es,
a través de la Constitución, donde además, tiene sentido y contenido las instituciones, bajo condiciones de sociedades participativas, plurales y divergentes.


sábado, 19 de junio de 2010

Articulo Ideología o conciencia social: simbología vs poder autoritario (III)

Que favela o barrio de nuestra americalatina ha cambiada su miseria, a la luz de cualquier cambio de la inmensurable riqueza de su tierra explotada, bajo la mirada indolente (indolentemente corrupta) de los gobiernos
La política es la práctica social a través de la cual se produce la realización efectiva de la relación Estado-individuo-comunidades. En este sentido, su práctica está llena del referente sociocultural histórico que le da simbolismo al conjunto de necesidades del individuo-comunidad y la efectividad del Estado en satisfacerlas.

La nueva historia social o cultural, como es denominada esta matización de la precedente historia de las mentalidades, sucumbe al afán democratizador de los hechos empíricos al pretender reformular los acontecimientos y las ideas gracias al tamiz de los sujetos, convertidos en los creadores, por intérpretes, de hechos como el nacional o las transformaciones sociales.

En este continuo de escribir bajo el concepto metódico del ensayo, tomare como hilo conductor los aportes ubicados en el texto Las ideas políticas en el siglo XXI, editado bajo la coordinación de compiladores del Prof. Joan Antón Mellón, en tanto que si bien el contenido simbólico es en ocasiones un reflejo invertido de la realidad de la realidad, en la conciencia del hombre y su mundo objetivo; ese reflejo de la realidad constituye la base de la práctica política de la dominación del Estado y los grupos sociales que lo sustentan o respaldan.

Pero si bien, en la sociedad, la noción de dominación obedece a un acto reflejo inconsciente del individuo, se acompaña de practicas políticas de sujeción a grupos concretos y símbolos que manipulan la conciencia colectiva hacia elementos de la manifestación gesta histórica, héroes, tradiciones, costumbres y sobre la histórica formación de la dependencia de los órganos del Estado, fundamentalmente del ejecutivo, para que satisfagan las necesidad humanas y materiales del individuo-comunidad.

Las distintas formas de la conciencia reflejan los distintos dominios y aspectos de la realidad y (por ejemplo, las ideas políticas reflejan las relaciones entre las clases, naciones y Estados) sirven de base a los programas políticos que se plasman en la actuación de las clases y grupos sociales.

Cada forma de la conciencia posee un objeto peculiar de reflejo y se caracteriza, asimismo, por su forma especial de reflejar (por ejemplo, concepto científico, norma moral, imagen artística, dogma religioso). Pero la riqueza y la complejidad del mundo objetivo sólo crean la posibilidad de que aparezcan distintas formas de conciencia social.

Lo consciente que describe conceptualmente las vivencias del sujeto, por el ejerció de la percepción, coloca énfasis en los valores que tiene el inconsciente en la vida del sujeto. Inconsciente es una de las tres aéreas descritas por Sigmund Freud para conceptualizar el funcionamiento de la psiquis humana.

Lo consciente describe la capa más superficial de la mente poniendo el acento en el valor que tiene el inconsciente en la vida del sujeto, en particular en todo lo relativo a la esfera del sentimiento y la motivación. Gancho importante para la práctica política de manipulación de sentimientos, deseos, anhelos presentes e insatisfechos en los individuos-comunidad, en tanto que se apropian desde el Estado, los grupos dominantes, de la voluntad colectiva y una falseada solidaridad para el pueblo necesitado.

Qué comunidad pobre de América Latina, por ejemplo, ha visto mejorar sus condiciones de vida, no más allá de un tubito de agua potable, o un consultorio de misión desasistido.

Que favela o barrio pobre ha superado el hampa que los agobia o que salario mínimo del trabajador no deja de ser una mofa a la dignidad humana al lado de los sueldos, regalías y ganancias jugosamente capitalistas de Presidentes, parlamentarios ministros y directivos de empresas del Estado.

La conciencia social existe y se manifiesta en las formas, de la ideología política, de la conciencia jurídica, de la moral, de la religión, de la ciencia, del arte y de la filosofía. La diversidad de las formas de la conciencia social está determinada por la riqueza y diversidad del mundo objetivo mismo: la naturaleza y la sociedad.

sábado, 12 de junio de 2010

Ideología o conciencia social: simbología vs poder autoritario (II)

Imagen tomada de Internet, 2010


Para sustentar el compromiso de explicar la razón espiritual/simbólico de la concienciación y la sujeción a prácticas políticas dominantes en el ámbito de la Democracia (liberal o popular), seguiremos (y recomendamos) los escritos de la MSc. Maura de la C. Salabarría Roig quien magistralmente apunta que es muy …”difícil delimitar en las dimensiones de los valores, qué porciento es reflejo exclusivo de la vida política del país o cuáles pudiéramos caracterizar como sus contenidos específicamente políticos”.

Es difícil delimitar el marco valorativo que sustenta el contenido espiritual/simbólico de la Democracia, en tanto que esta asume en americalatina ser un valor en sí mismo; Para nuestros ciudadanos y ciudadanas la libertad es la democracia y así mismo se afianza en la familia. Los hijos reclaman libertad para decidir sobre sus asuntos particulares de amistades, gustos y preferencias en moda o estudios.

Tal como señala la autora Salabarría Roig los valores se mueven a la vez en los planos espiritual y material de la actividad humana, se forman a partir de cualquiera de las áreas de la misma y tienden a convertirse en un contenido relativamente estable de la cultura general.

Los valores nos permiten percibir el sentido del deber ante normas o comportamientos buenos o malos y adversar manifestaciones, materiales o espirituales, contrarias a a nuestras tradiciones, costumbres o formas de comprender la realidad.

Este sentido del deber ser caracteriza la integración del sistema político en el establecimiento de relaciones sociales, convirtiendo los valores factores significativos para las practicas políticas de los actores sociales.

Esta situación antes señalada obedece a:

1. La influencia histórica en la concepción de las relaciones sociales sel sistema político y su carácter normativo. En el caso de la Democracia venezolana, tras más de 60 años de instaurada en el país, esta se constituye en un valor en si misma.

2. Por otro lado, el carácter aglutinador de las prácticas políticas que, condicionan la integración del ciudadano y ciudadana al sistema político, convirtiéndose en un factor, la práctica política, determinante en la composición de la cultura política.

Los valores emergen en condiciones socioeconómicas culturales concretas y al ser expresión de las mismas, tienen estrecha relación con las necesidades por lo que su transformación está asociada a la satisfacción o insatisfacción de aquellas. Esto implica que no tienen un contenido abstracto, es decir, ellos son concretos y fuera de dicha concreción, sólo son capaces de movernos a actuar en sentido relativo.

Es por eso que desde el área de la cultura política los valores ocupan papel preponderante para tipificar la construcción de modelos de acción políticos, capaces de atraer la voluntad colectiva y forjar una identidad común.

En el ámbito de la cultura política, el valor implica la asignación consensuada de significados vitales a los objetos políticos, a las normas y pautas de comportamiento que se derivan de su funcionamiento, a la actuación de los actores políticos, en relación a eficiencia del sistema política para lograr la estabilidad del Estado.

Así, los objetos políticos y sus derivaciones devienen medios para la realización práctica de un conjunto de cualidades o virtudes que deben ser preservadas en aras del bien común. La ética adquiere en la política la expresión práctica que la hace eficaz y le permite ejecutarse en pro de la condición humana.

A pesar de que algunas consideraciones conciben los valores como la instancia supra social moderadora de los intereses, los subordinan al interés fundamental del Poder del Estado en su afán de aparecer como efectivo en la conservación del interés nacional y la satisfacción de necesidades de los ciudadanos y ciudadanas.

El control social que la cultura política ejerce frente las necesidades de los individuos y la relevancia que en ella adquiere la dimensión afectivo personal, hace que el valor sea adquirido sólo si el orden político se ha configurado en relación positiva respecto a los procesos que tributan a la satisfacción de necesidades, a la construcción del bienestar de la comunidad.